sábado, 5 de diciembre de 2009

Episodio IV

19-09-84
Querido Diario:

Como respuesta a mi pregunta, hoy me lo encontré. Con los chicos le dimos el “recordatorio”, pero esta vez no participé... Con Canuto nos complotamos, en la parte verbal... salió de suerte, en un segundo lo vi en su mirada y comprendí qué era lo que debía decir.

Figúrate esto: Los chicos y yo, parados. Snape, en el piso. Gente a nuestro alrededor. Hasta el momento, yo no había hecho nada más que reír, cuando Canuto empezó con las frases hirientes, y cuando quise meterme dijo:

-No, tú no hagas nada -y me miró con complicidad.

Yo no entendía, pero al ver en sus ojos, supe exactamente lo que él quería que yo dijera.
-Escucha, nene, el hecho de que hayas dormido conmigo, no te da ningún derecho sobre mi ¿entendido? -y él me guiñó un ojo, para señalar de que había interpretado bien sus pensamientos.

Inmediatamente, miró a Snape, para ver su reacción, que simplemente lo miró con odio y rencor. Lo supe porque yo también le eché una fugaz mirada, pero no me detuve a ver cómo me miraba a mí, eso ya lo supongo. Si me trató de ligera antes de saber que dormí varias veces con Canuto…

El punto es el doble sentido de las cosas. Yo dije “dormido”. Es cierto, Canuto y yo dormimos juntos, nada más. Pero cuando alguien escucha “dormí con...” No piensa en dormir exactamente. ¡HABLEMOS CLARO! Si yo hubiera querido decir “Tuve relaciones con...” lo habría dicho de ese modo ¿Por qué el mundo entiende lo que no es? ¿Para qué vamos a tener un idioma, si luego cada uno lo va a usar como quiere? A mí nadie me engaña, dormir es dormir, y sexo es sexo... no hay vuelta que darle.

Clarísimo, para mí...

Mañana, este va a ser el rumor más conocido por todos. Y yo voy a ser una puta... ¡Qué increíble! ¿Eh? Con una frase, que dice toda la verdad, se puede dar a entender algo tan opuesto... La gente es muy rápida para pensar mal, y muy testadura para ver las cosas como son. Por alguna razón, yo soy más simple “Hazme una pregunta para la que no quieres respuesta, y obtendrás una respuesta que no te gustará” ¿Qué hay de complicado en eso? Si es tan fácil de entender ¿Por qué sigo siendo el “bicho raro” del colegio? Todos dicen que los hombres son más simples que las mujeres ¿Seré un hombre solo por ser simple? Paso demasiado tiempo con los chicos, tengo que conseguir a alguna amiga, o pronto tendré barba...

Pero fuera de eso, con Snape no ha pasado nada. Recién es el medio día, todavía falta para cantar victoria, pero no he vuelto verlo a solas... por suerte. Así que no sé que tan bien funcionó el plan de Canuto. Y si tengo que elegir entre estar a solas y enterarme, prefiero no estar a solas con Quejicus y no saberlo nunca, solo puedo decir que no soy curiosa. No tengo necesidad de saberlo.

- - - - -

Bueno, quizá mentí un poco... ¡Sí que tengo ganas de saberlo! Por eso y lo de siempre, recién fui a la ventana que ya conoces. Estuve ahí un par de horas, como siempre hice; canté en mi soledad, como siempre hice; miré los terrenos, como siempre hice; medité en la oscuridad, como siempre hice... pero nada, él nunca apareció.

Esto al menos me da la pauta de algo, aprendió la lección... pero de todos modos me hubiera gustado que apareciera para tener una pequeña discusión con él, y decirle las palabras justas para que se le escape lo que piensa al respecto de mi y Canuto. ¡PERO EL MALDITO MUGROSO NUNCA APARECIÓ!

De modo que, me quedo sin saberlo, pero al menos me lo saqué de encima... x lo – fun/ó

Ah, se me olvidaba, para una persona que se pasa la vida escribiendo, es necesario tener la forma de escribir rápido, y yo la tengo:

Más: + Menos: - Por: x Que: Q’ Qui: Q” (hasta acá lo evidente) Ción: / Mente: // Miento: /// Dad://- (Para plurales se una la S)
Pe: P Ca: K Te: T Ce: C (y así con todas las letras de ese tipo)
También, se puede usar su sonido en inglés, poniendo un asterisco, después de la letra:
Pi: P* Ar: R* En: N* (y así con todas las letras)
También está la típica de usar los números con el guión adelante: Saludos: salu-2 Un: -1 (en realidad, sería uno, ya lo sé, pero es cuestión de usar la imaginación, y se entiende igual) Una: -1ª Abrocho: abr-8.
La comilla, se una para eliminar la última letra del código: Saludos: salu2 – Saludo: Sal-2’
Y los números sin guión, son las vocales, que no se usan siempre, y así despistan más: a=1, e=2, i=3, o=4, u=5.

Lo que falla de esto es que cualquier persona con un poco de neuronas, puede llegar a leerlo. De todas formas no es un código para que nadie lo lea, si fuera así, usaría símbolos inventados... si alguien llegara a leer esto, pobre de él.

C4m4 rS*UltA-2’ Tng4 1ª cOs1 q” l2 dR*íA dOl4r D KBz1 A QAlq”Er Prs4n1. Alg-1ªs c4s1s s4n dIfíC*lS*, C* -1° nO Con4C L* cóD*gO, Pr4 Otr1s S*tán t1n FAC*lS* q’ n3 cOD*gO T*N*N*, c4mO x EjM*plO: “cOsA”.
Pr4 s5pOngO q” D t4-2 mO-2 SIrV P1R*A j4Dr y r4mPr lA PAC*N*C*1 ... ¿Q1nt1s Prs4n1s N* L* m5n2’ s4n Kp1Cs D Ag51ntR* l2Er Alg4 1sí? N3 y4 pUE-2’. Pr4 pU2D llEgR* a Cr út3l... n4 sé s3 vOy a S*cr3b*r L* D*ArI4 Así, Pro p1rA 1lg4 l4 vOy a 5sR*...

¿Qué te parece? Ya que te maté con eso, te hago sentir peor: ahora, que ya te lo aguantaste, te mando la traducción.

Como resultado tengo una cosa que le daría dolor de cabeza a cualquier persona. Algunas cosas son difíciles si uno no conoce él código, pero otras están tan fáciles que ni código tienen, como por ejemplo: “cosa”.
Pero supongo que de todos modos sirve para joder y romper la paciencia... ¿Cuántas personas en el mundo son capaces de aguantar leer algo así? Ni yo puedo. Pero puede llegar a ser útil... no sé si voy a escribir el diario así, pero para algo lo voy a usar...

Es genial ¿No?... parece muy difícil, pero es cuestión de acostumbrarse.

22-09-84
Querido Diario:

Llegué a la conclusión de que escribir el diario así es un poco... estúpido. Ya que nadie lo va a leer jamás, las razones, serían:

a) A nadie le interesa lo que yo pueda escribir acá.
b) Lo tengo conmigo todo el tiempo, notaría en seguida si faltara.
c) No se me ocurre, pero bueno...
d) Ah, sí. Con o sin código, se entiende igual (con paciencia... mucha paciencia).
e) Lo único sería que marea un poco cuando uno lo ve todo junto, y eso solo puede quitar un poquito las ganas.
f) We wish you a merry Chrismas...

Hoy sucedió algo muy extraño... no, en serio, muy extraño. Atacamos a Snape, no, sí, espera, la parte extraña viene ahora: ¡YO NO HICE NADA DE NADA! De verdad. Ni hablé, ni me reí, ni nada.

Al principio del año, yo lo hechizaba, después ni eso, y ahora ni nada. No sé por qué, pero cuando, los chicos lo atacaron, me sentí mal... sentí como lástima. No sé, me dio pena verlo ahí. Sentí que realmente él no había hecho nada para ganarse ese puesto... en el suelo, pobre... y no lo pude hacer.

A diferencia de la última vez, Canuto me alentó para que hiciera algo, esto fue lo que pasó:

-¿Y, nene? ¿Estás esperando algo? -dijo él.

-Tendré que asesinarte si vuelves a decirme “nene” –contesté-. No, no estoy esperando nada.

La gente que normalmente se acumula en estas situaciones, miraba asombrada. Creo que no creían menos que yo, y esperaban que de golpe saltara y lo atacara, como en las películas. Pero yo me moría de la pena de solo verlo ahí, e incluso sentí un impulso (que por suerte reprimí), de decirle a los chicos que se detuvieran. Pero miré el suelo y me quedé en mis casillas...

Luego de eso, paso lo siguien - - -

- - - - -

En fin... las marquitas que ya conoces, no hace falta especificar dónde estaba yo, qué estaba haciendo, ni quién llegó.

La verdad, yo creía que ya había aprendido, pero no, esto fue lo que pasó:

-¿Sola? -preguntó con su desagradable voz.

-No, Sirius me espera desnudo dentro del armario de las escobas... adiós -intenté irme, pero es increíble la práctica que tiene para tomarme el brazo y tirarme hacia la ventana. No pude.

-¿A qué viniste, exactamente? -pregunté desafiante, ya no le tenía lástima, bah, no tanta.

-A hacerte una pregunta -respondió.

-¿Y me la hubieses hecho delante de Can-Sirius, si él hubiera estado aquí conmigo, como la última vez?

-Como estuvo la última vez y como tú estuviste conmigo... -ahora el desafiante fue él... maldito mugroso, me hizo comer las palabras.

-¡Uff! No me obligues a recordar eso...

-Como respuesta a tu pregunta: Sí. De hecho, hasta me hubiera agradado tener al amigo Black aquí presente, para esta pregunta... ¿Por qué no me hechizaste hoy?

-Por lástima -dije como sin darle importancia.

Se ve que no esperaba esa respuesta, porque solo se quedó mirándome, y como el desgraciado tiene menos expresión que una almendra, no pude ver qué estaba pensando.

-¿Algo más? Interrumpes mi privacidad.

-¿Estás segura de que fue solo eso lo que te detuvo? -insistió acercándose. Es más rápido de lo que pensé...

-Eh... obvio que sí -murmuré, pero, por alguna razón, sonó menos convincente-. No hay otra intención, pero supongo que tu insistencia revela que te gustaría que hubiera otra intención, y que estas dispuesto a insistirme hasta que por cansancio admita que sí...

Creí que con eso lo atraparía, pero no fue así, permaneció igual que antes, ni un poquito más nervioso...

-Quizá eso te gustaría, sin embargo no es cierto. Es solo que creo que tendrías que tener una mejor razón que esa, o una excusa más creíble.

-¿Cuáles son tus razones para no creerme? –mi tono se ponía cada vez más agresivo, él seguía igual.

-Que llevas casi tres años juntando con ese... grupo, y en esos años, nunca antes habías sentido... ¿Cómo lo llamaste? Ah sí, ‘lástima’.

-¡Cielos! Ese argumento es mejor de lo que creí... debo admitirlo. Pero tengo mi respuesta, como siempre. Desde que estoy de novia con ‘El amigo Black’, me he sensibilizado un poco... razón por la cual me siento culpable por cosas por las que antes reía... y lo mismo me pasa con la lástima...

-Ajá ¿Eso es todo? ¿No encontraste nada mejor para excusarte? Oh, bien. Creí, francamente, que se te ocurriría algo mejor. Escucha, te daré la oportunidad, pensarás una mejor respuesta para mañana a esta hora, vendrás y me la dirás ¿Entendido?

-Si quieres esperar aquí toda la noche, hazlo, pero no vendré, ¿Entiendes?

-Lo veremos.

-Vamos, hablando de excusas… ¿Eso es lo mejor que se te ocurre para tener una cita conmigo? ¡Por favor! Si estás así de mal, tendrás que practicar tu parlamento y tu defensa frente a un espejo, antes de venir a buscarme. Ah, se me olvida… no te gustan los espejos… aunque te comprendo, si yo tuviera tu cara tampoco me gustarían...

Y eso es todo porque me fui. Es increíble la Fe que este chico se tiene. Me sorprendió muchísimo... yo no esperaba que fuera tan lanzado. Pero bueno, me voy a dormir.

25-09-84
Querido Diario:

Estoy muy angustiada, de verdad. Hoy pasaron un montón de cosas.

Para empezar, me peleé con Cornamenta, eso fue lo más terrible de todo, pero no lo más extraño.

Toda la discusión comenzó por Colagusano. Fue mi culpa, por decir cosas que no debía acerca de él... pero creí que Cornamenta no se enojaría porque yo no me llevara con Colagusano, siempre que no lo mostrara, lo maltratara o cosas así. Pero le molestó mucho cuando se lo dije, pensando que nada malo ocurriría.

No te imagines que entré la Sala Común, insultando a Colagusano y todos lo defendieron, no fue así. Estábamos todos hablando, como de costumbre, cuando James me preguntó sobre mi familia. Yo te había contado de mi familia hace mucho, y de lo mal que me llevo con ellos. Y también, si mal no recuerdas, sabes de las muchas excusas que yo ponía para no hablar sobre ellos, frente a Colagusano. Bien, hoy hice lo mismo. Esta situación, no se daba hace un año y un par de meses, le pedí a Colagusano que me alcanzara mi mochila, que estaba en el otro lado del Salón, y dije:

-No quiero hablar ahora -en voz un poco más baja de lo normal.

James, estaba de espaldas a Colagusano que seguía tratando de desenganchar mi mochila de no sé dónde, volteó a mirarlo. Luego me miró a mí de mal modo, y comenzó a guardar sus útiles escolares, mientras decía:

-Bien, no te había preguntado esto hace tiempo. Creí que después de un año habrías madurado algo, y lo habrías ‘perdonado’ por ser así...

Lunático les hizo señas a Colagusano y Canuto, para que abandonen el lugar, y los tres lo hicieron, entonces Cornamenta siguió:

-No sé que problema tienes con él. Nunca ha hecho nada para ganarse tu desconfianza... no me mires así... ¿Qué sucede? ¿Creíste que no notaría que siempre pones excusas para no hablar delante de él?

-Eh... yo...

-Mira, siempre fuimos casi un grupo, yo notaba que estabas distante de Colagusano pero no decía nada, esperaba que algún día dejaras de ser tan... seca con él, y por fin fuéramos un grupo con todas las letras, pero tu presencia y trato con Colagusano impide que lo seamos, y no es justo que nos privemos de ello porque tú no lo quieres, si no puedes estar bien adentro, mejor que salgas...

-No entiendo lo que sucede ¿Por qué me tratas así?

-¿Es que no entendiste? -preguntó enojado, jamás lo había visto así.

-No es eso, es que ustedes son mis únicos amigos, lo saben, y no entiendo por qué no podemos estar todos juntos aunque yo no me lleve con uno de nosotros, creo que mientras no haya peleas y discusiones, podemos convivir alegremente, como venimos haciendo todo este tiempo.

-¿No pensaste en lo mal que debe sentirse Colagusano de que sin razones le hayas negado la posibilidad de ser tu amigo?

-¿Se dio cuanta? –pregunté sarcásticamente, y me asombré al ver que respondió.

-¡Por supuesto! Es difícil no darse cuenta, nunca dices nada cuando está él, y tu trato con él siempre fue distinto a tu trato con nosotros, fue más frío. El se siente mal, y por eso me pidió que hablara contigo.

-¿Hablar? Es decir ¿Decirme todo loo que piensas y echarme del grupo, o eso ya fue cosa tuya? Déjame decirle que no puedo fingir lo que no es. Y no entiendo cómo de golpe quieres alejarme de tu lado como si nada... somos amigos –dije y me levanté.

-Yo no dije que no lo fuéramos, dije que no puedes estar dentro, mientras lo dejes afuera.

-No puedo no dejarlo fuera, si es así como lo siento, lo puedo forzar una amistad. Y quiero saber que es lo que ellos piensan acerca de esto.

-No lo saben -respondió.

-De modo que estás echándome y ni siquiera sabes lo que ellos piensan al respecto.

Se quedó callado, no hacía falta que hablara de todos modos...

-Mira, si tú no quieres ser mi amigo porque no me llevo con Colagusano, bien. Haz como más te guste, créeme que me importa menos que a ti. Pero antes muerta que lejos de Lunático y Canuto.

Y salí corriendo de la Sala Común, aunque ya no era hora de salida. Me convertí en pantera, y me escabullí hasta la ventana, donde tomé forma humana otra vez, y me senté, esta vez en el piso. No te había llevado, porque estabas en mi mochila, y por lo tanto no podía escribir.

No podía creer lo que él había hecho, parecía una broma, no podía ser en serio... ¿Cómo iba a separarme de su lado, solo porque no me aguanto a Colagusano? ¿No es un poquito ilógico?

Llevaba un rato ahí solita y sentada llorando, cuando apareció Quejicus, iba a decir algo seguramente hiriente, cuando notó que yo estaba llorando. No dijo nada, me miró unos instantes, como esperando que yo dijera algo.

-No estaba seguro de encontrarte aquí, y mucho menos llorando –dijo a modo de saludo.

-Yo tampoco. Pero, por favor, así que si vas a discutir, vuelve mañana, hoy no estoy de humor –lo ahuyenté, tratando de ocultar inútilmente, que tenía la voz cortada por el llanto.

-Lo noté -susurró, su forma de hablar no era la misma de siempre. Se sentó a mi lado, pero a distancia prudente, como si hubiera un muro invisible entre nosotros.

-¿Qué pasa? -pregunté.

-Eso mismo iba a preguntarte.

-¿Qué te importa lo que me pasa? Es asunto mío y no veo motivo para compartirlo, y menos contigo –dije más agresivamente de lo que hubiera querido.

El se quedó pasmado. Lo miré unos segundos y luego rectifiqué.

-Lo siento, estoy acostumbrada a tratarte así –y justo me sentí demasiado amable, así que intenté hacerlo sonar menos meloso- ¡Pero de todos modos no es asunto tuyo! –y me fui de agresiva nuevamente.

-No hace falta que digas más –contestó y se levantó-. Ya veo cuál es tu problema. Tienes un grave trastorno de bipolaridad.

No esperaba ese comentario, y solté una carcajada. La verdad es que yo me entendía, pero para él debí parecer una psicótica. Cuando escuchó mi risa volteó para verme, y agregó:

-Definitivamente te urge un tratamiento.

Reí nuevamente.

-La contestación de la bipolaridad... fue muy aguda de tu parte, realmente. Lo siento, es solo que...

-¿Que qué?

-Que no quería parecer vulnerable solo porque... solo porque... tuve un mal día. Estoy mal, y tú vienes... no quería que olvidaras que...

-¿Eres una egomaníaca, antipática y cruel?

Le sonreí.

-Descuida, no lo olvidaré –sonrió y se sentó nuevamente.

Reinó un silencio incómodo.
-¿Qué te pasó?

-Nada, una pequeña pelea con el estúpido de Potter, por culpa del estúpido de Pettigrew y su estúpida manera de dar estúpida lástima y dejarme como una estúpida.

-Ajá. Es más grave de lo que pensé.

-¿Sí?

-Sí, hay más estupidez de la que había calculado.

Se notaba que eran chistes porque no estaba presente el tonito prepotente que suele utilizar. Hablamos con bastante superficialidad del asunto, yo no quería mostrarme demasiado. Luego recordé que nunca me había hecho nada malo, y que la razón de que me llevara mal con él, era su relación con mi amigo Cornamenta. Pero en ese momento, el enojo que tenía con James, hizo borrar mi odio contra Snape.

¿Recuerdas cuando dije que lo de mi pelea con Cornamenta había sido lo más terrible pero no lo más extraño? Bueno, esto fue lo más extraño.

-¡Qué raro! –dijo- Cuando uno ve al grupo desde afuera, no cree que pueden llegar a ocurrir ese tipo e cosas, más bien parece que todo está en perfecto equilibrio, aunque cueste admitirlo.

-¿Nunca que habías fijado que jamás voy abrazada o colgada de Pettigrew?

-No, normalmente no me fijo en lo que ustedes hacen.

Alta mentira notoria, aunque no hace falta que lo aclare.

-De todos modos, si lo hubiera visto, habría creído que era por comodidad… él es mucho más bajo que tú, y para colgarte de él, tendrías que arrastrarte.

-Comprensible -dije, y luego pregunté- ¿Cómo fue que comenzó tu eterna pelea con James?

-Tú lo conoces, no deberías estar preguntándotelo. Desde que nos vimos por primera vez que nos odiamos -contestó, aunque me pareció injusto que no fuera sincero luego de lo franca que yo había sido hasta entonces.

-¿Sin alguna razón?

-Bueno, razones hay. Pero no te gustará oírme hablar de tu amigo.

-Es un idiota.

No acotó nada, porque no era necesario que lo hiciera, ya que yo sabía perfectamente lo que él pensaba. Y esto puede ponerse más extraño aún. A partir de ese momento, seguimos hablando como si fuéramos amigos... supongo que fue porque ambos sentimos desprecio mutuo por el idiota de James. Bah, yo sentía desprecio, pero él lo odia. Es decir, lo mío tiene solución y lo de él no. Mientras que yo estaré peleada con James un tiempo, él lo odiará por el resto de su vida.

-Eres más agradable cuando no estás con ellos… -dijo cuando me estaba yendo. Es la frase del año.


27-09-84
Querido Diario: (S*4s s5brAy1-2 tAn h4rrIblS* q´ h1gO)

Bueno, venían sucediendo cosas extrañas, pero hoy...

Cuando llegué al aula de Historia de la Magia, James estaba haciendo lo suyo con Snape, entonces intervine, por primara vez en la vida, de buena manera. Para anunciar mi llegada, le quité a Snape al conjuro, lo cual asombró a la multitud, y desconcertó a los chicos, incluso a James.

-¿Qué crees que haces? -preguntó James irritado. Le sangraba la nariz y tenía la mitad de la cara violeta, por lo cuál supongo que esta vez Snape estuvo algo rápido.

-Lo correcto -contesté desafiante, mientras Snape se levantaba.

-¿Y desde cuando te importa qué es lo que es correcto? Porque jamás, desde que te conozco, te había importado.

-Me importa desde ayer.

-¿Alguno de los dos podría explicarme qué es lo que sucede aquí? -preguntó Canuto.

-¿Es que tu mejor amigo no te ha contado lo que me dijo?

-Ah, te refieres a eso -por lo mucho que lo conozco que me di cuenta de que mentía y no quería quedar mal parado.

Para meterlo en un problema, dije:

-Y, supongo que estarás de acuerdo con él.

-Por supuesto -respondió convincentemente el muy idiota, tanto que supongo que todos los que estaban ahí lo creyeron.

-Bien, no hay nada que decir entonces.

-Sarah, no me digas que te estás volviendo estructurada, por favor.

-No me estoy volviendo estructurada, en mi totalidad.

-¿Cuánto te han pagado? -preguntó incrédulo.

No le contesté y entré al Salón, los chicos y chicas que miraban se fueron a desparramar por todo el colegio lo que habían visto, y los chicos estaban tan sorprendidos que se olvidaron lo que le estaban haciendo a Snape, quien aprovechó para entrar en el aula.

-Hasta pareces buena persona, ahora que te peleaste con él -dijo, en los pocos segundos que estuvimos a solas.

-No te hagas ilusiones, es solo hasta que nos amiguemos –mentí.

El dejó su mochila en una silla muy lejos de la mía, en la otra punta del salón. Luego de eso no nos miramos más.

¿Quién iba a decirlo? Yo llevándome bien con Snape y peleada con James. Un castigo de vida. Claro está que el hecho de que yo haya mantenido una conversación con Snape sin discutir, no quiere decir que sea su amiga y lo adore... solo quiere decir que él es menos desagradable de lo que parece, y que no se merece todo lo que le hicimos... si todos los idiotas merecieran eso...

No sé cuándo ni cómo voy a amigarme con James, lo que sí sé, es que no voy a poner mi varita sobre Snape nunca más, salvo que él me dé una buena razón para hacerlo.

¿Quién diría que alguna vez iba a escribir sobre Snape sin hacerlo con desprecio?

5-10-84
Querido Diario:

Hace días que no escribo, y así y todo no tengo gran cosa que contar. Con Snape no volví a hablar, y con James las cosas siguen igual. Con quien sí hablé, fue con Canuto. Vino a hablarme sobre lo que pensaba del asunto. Cuando se enteró lo que había sucedido, lo que James me había dicho, y se acordó de lo que él, sin saberlo, me había dicho (eso de que estaba de acuerdo con él), vino a hablarme y a decirme que sería imparcial en el asunto, que no podía elegir entre nosotros dos, no sólo porque ambos éramos sus amigos, sino porque creía que ambos teníamos razón; que si bien yo debía confiar en Colagusano, porque él había demostrado ser digno de confianza, eso no le daba derecho a James para ponerse así conmigo, ni hablarme en ese tono, mucho menos echarme del lado de mis amigos, como si fuéramos un equipo de Quidditch y él fuera capitán.

También mencionó que se lo había dicho a James de ese modo y que se había enojado con él.

-¿Es grave? -pregunté sin preocupación.

-Ya se le pasará -dijo dándole menos importancia que yo, y justo en ese momento, James apareció en el corredor y se fueron juntos.

Colagusano debe estar enterado de todo, pero no lo manifiesta de ningún modo. Lunático está en la misma postura que Sirius. Ambos, se turnan para estar conmigo, como si yo fuera una escoba y ellos dos niños jugando, pero es mejor que estar sola. El otro día le pregunté si James había vuelto a maltratar a Snape en mi ausencia, y me contestó que sí. Yo negué con la cabeza en señal de desaprobación y dijo que él cree que hice bien en defender a Snape, y que él lo haría si tuviese el coraje suficiente como para enfrentarse con sus únicos amigos.

Si la situación volviera a darse, me pondría nuevamente en defensa de Snape, no me importa lo que los demás piensen al respecto (para variar), ahora sé que uno de mis amigos está de mi lado aunque no lo manifieste, y eso me hace sentir segura, no sé por qué. Antes, lo hubiera puesto en duda.

Canuto, a pesar de ser imparcial, se mostró molesto por el hecho de que defendiera a Snape, y casi discutimos por eso:

-Mira, si quieres estar peleada con James, estás en todo tu derecho, pero no es necesario que te pongas del lado de ese perdedor, solo por demostrarle lo contrariada que estás.

-No pasa por ahí. Es más bien que me di cuenta de que él no hizo nada para ganarse lo que ustedes le hacen. Mientras estaba con ustedes, no me daba cuenta de muchas cosas... además tampoco había notado lo feo que se ve que un grupo de personas se meta contra uno que pelea solo.

-¡Oh, por favor, Sarah! ¡No puedes llamar “pelea” a lo que Snape hace! Nosotros peleamos, él solo intenta sobrevivir... –se burló.

-Como sea, da igual. Es simplemente horrible, ustedes parecen realmente siniestros.

-Me hiere un montón tu pelea con James, pero más me duele tu conducta... ¿Desde cuándo te llevas tan bien con Quejicus?

-No me llevo ‘tan bien’, como tu dices. Solo estamos en tregua.

Él se veía realmente mal al oír esto.

-¿Hasta cuando estarás tratándolo bien?

-Hasta siempre.

No respondió, pero se veía realmente decepcionado. ¿Qué voy a hacer?

No hay comentarios:

Publicar un comentario