sábado, 5 de diciembre de 2009

Episodio XII

Ventana Vieja: Pero ¿Sabes qué es lo que más me molesta? Que por la más mínima estupidez, ya se piense cualquier cosa. No puede ser ¿Te das cuenta? Lily, Lucius, Canuto... ya me enganchó con tres personas distintas en muy poco tiempo. Es demasiado inseguro. Si algún día nos ponemos e novios, y si él sigue así no duraremos mucho.

Momento ¿Te imaginas si algún día nos ponemos a salir? Sería tan lindo...

Pero ¿Te imaginas lo que sería cuando todos se enteren? ¡Oh, por Dios! Eso sí que sería como complicado. Espera, creo que ahí viene...

- - - - -

No, no era él. Tendré que verlo mañana...

23-11-84
Querido diario:

¡Estoy como loca! Intenté por todos los medios disimulados acercarme a él, pero no pude ¡Y eso que coincidimos en la clase de hoy! Me debe estar esquivando. Y es una tortura tener en la cabeza todas las cosas que debe estar pensando de mí en este momento.

Le mandé un mensaje vía lechuza diciéndole que nos encontremos hoy a la noche en la Vieja Ventana, pero no sé que hará él. Espero que vaya.

Luego de eso, nada interesante. A James le pedí la Capa con la excusa de ir a buscar comida, y como no me la pidió, no se la devolví. Claro, necesito usarla hoy para ir a ver a Severus. Espero que no se le ocurra una salida nocturna, porque si recuerda que la tengo será más arriesgado recorrer el castillo para mi cita.

Como contar, nada importante hoy. ¿Qué hará Severus? ¿Vendrá?

Le mostré a Lily el tatuaje, y le gustó mucho. Y nada más que contar. ¿Se nota que no tengo ganas de escribir porque estoy muy nerviosa por esa noche? Estoy inquieta, me voy a caminar.

- - - - -

¡Sí fue a nuestra cita! Y fue la noche más linda de mi vida, hasta que mencionó a Lucius y casi arruina todo...

Claro, eso. Te explico:

-Hola -le dije sin ánimo, pero sin poder ocultar mis nervios.

-Hola –contestó y se sentó a mí lado.

-Estuve pensando bastante en ti, si te soy sincera... somos amigos ¿No?

Dudó.

-Sí, algo así.

-Bueno, en este último tiempo me viste con distintas personas (en situaciones que reconozco que no fueron las mejores, y pensaste cosas que no eran verdad. O si no viste, los rumores...

-Sí ¿Y? –me apuró, algo cortante.

-Cada vez que pasa algo así, inmediatamente, te siento distante. Y es difícil, porque sin tener pruebas de nada, o la certeza de nada, inmediatamente te pierdo, por así decirlo. ¡Eres demasiado crédulo! Y en cierto punto, me molesta.

-¿Vas a decirme que no estabas tocando el pecho descubierto de Black en la biblioteca y que toco fue alucinación mía?

-¡No, no voy a negarlo! ¡Pero solo estaba viendo que se había tatuado y no habían quedado rastros de la maldi...!

-Se mira con los ojos, Sarah –me interrumpió.

-¿Y por qué me celas? ¡No somos nada, no deberías enojarte!

-Es inevitable, y te consta. Hace un tiempo te pusiste como loca cuando me viste con Bellatrix en la misma situación.

-¡Pero ella no te estaba mostrando ningún tatuaje, se te estaba tirando encima!

Me hizo una seña para que bajara la voz, fue entonces cuando me di cuenta de que estaba hablando alto. El no, él siempre susurra.

-Sé que es una situación difícil de manejar. Es un extraño intermedio. Ni amigos, pero tampoco muy lejos de eso. Habrá que tomar decisiones, o nos celamos parejo, o lo toleramos parejo. Pero no me vengas con tus pretensiones infantiles sobre que está bien que vivas pegada a tus amigos de la manera que quieras, y que yo tenga que estar a metros de cualquier mujer.

Intenté decir varias cosas para contradecirlo, pero no se me ocurrió ninguna que refutara eso. ¡Tiene razón! ¡Qué idiota que fui! Me da vergüenza ahora, cuando veo que estaba enojada con sus inseguridades, y no había visto las mías. Como yo no decía nada, él siguió.

-Cada vez que te veía con alguien, me ponía celoso, lo reconozco. Tú, lo más bien, paseando por el castillo con tus amigos. Sin vergüenza, sin problema. Y Black, el más cercano que todos, enamorado de ti. ¡Tú lo sabías! ¡Y así y todo, lo dejabas! Dejabas que te abrace, que no te suelte.

-¡Tienes razón! –exclamé en un susurro- ¡Lo siento! No me había dado cuenta, no estoy acostumbrada a que mi actitud le moleste a alguien. No pensé que algún día alguien podría celarme por eso.

-No lo digo para que te sientas mal. Sé justo que vivas y obres en torno a mí y mi tardanza para formalizar algo contigo. No puedo pretender que evites hacer tu vida por mí. Sería egoísta. Soy conciente de que no eres mi novia y no tengo derecho a enojarme, pero no puedo evitarlo.

-Lo sé, a mí me pasó lo mismo con Bellatrix. También mucho. Quería tenerte conmigo, pero al mismo tiempo temía de lo que sucedería si los chicos se enteraran, y por eso ponía distancia. Luego, te vi inseguro. Y temí que pasara lo mismo que pasó con sirius y que esto quedara en la nada. Por eso vine, porque tenía la esperanza de que pudiéramos hablar de todo esto. Es mejor así...

-Si hubiéramos hablado desde el principio, las cosas habrían sido diferentes...

-Al menos ahora aprendimos la lección...

Nos besamos, esta vez no haré detalles. Continuamos hablando de nosotros. Me sorprendió nuestra tranquilidad. Nos besamos otra vez. Y seguimos hablando, de cualquier estupidez, mucho no importaba. Y así siguió todo, entre charlas, risas y besos, se esfumó de mi mente todo tipo de realidad en la cuál eso pudiera tener consecuencias negativas. Se hicieron las cuatro de la mañana. Yo no quería volver a la sala común, y él tampoco.

Luego de un rato, ambos nos levantamos para irnos, pero no teníamos sueño, así que nos quedamos un rato más.

En un momento, dijo:

-Fue Lucius.

-¿Otra vez invitando gente a nuestras citas?

-No, quiero decir que fue él quien dijo que te gustaba.

-Maldito creído.

-Estábamos en una clase de pociones, y en un momento, cruzaste miradas con él, y él dijo “Esta muggle anda detrás de mí, pero no lo puede ocultar”

-Sí, lo recuerdo, lo miré para calcular qué tan arriesgado sería lanzarle algo... no pensé que él hubiera creído que... olvídalo, no tiene importancia gastar esta noche hablando de él.

-Solo quería que lo supieras.

-Está bien, pero no lo desmientas, si él piensa eso, quizá yo pueda sacar provecho a la situación.

-¿Qué tienes en mente?

-Lo sabrás. Pero, sin importar lo que yo haga, no dudes de mí ni un momento.

-No lo haré. Pero no me agrada la idea de que trames algo en contra de...

Lo besé. Es mi nueva herramienta para evadir conversaciones que no quiero tener con él.

-No quiero irme –dije inmediatamente después de ese beso, que fue lo más largo y apasionado que pude para que olvidara lo que estábamos hablando y no darle lugar a decir nada al respecto.

-Son las seis y está amaneciendo, será lo mejor -dijo.

-Lo sé. Pero... siento que si me voy ahora, todo volverá a ser como antes, como si todo esto no hubiera pasado, y no quiero...

-Te prometo que eso no va a pasar. Ahora, regresa a tu casa.

-Nos vemos.

Lo besé por última vez y comencé el camino. Me detuve en seco y volteé.

-Te quiero -le dije. Y sí, soy una arrastrada, pero... fue un impulso, no pude resistirlo. Hace tiempo que quiero decírselo. El no me contestó, me puse nerviosa, y caminé más rápido en la dirección contraria.

23-11-84
Querido diario:

¡No sabes lo que pasó! Fíjate.

-¡Hey! -escuché, y a continuación sentí un almohadonzazo- ¡Qué manera de dormir!

-¿Lily? Basta, tengo mucho sueño... ¿Qué hora es?

-Son las once y media.

-¿Once y media? ¡No molestes! ¡Vuelve a las dos de la tarde!

-¿A las dos? ¡Ja! ¡Parece que alguien no volvió en toda la noche!

-Volví a las seis –dije abriendo los ojos lo poco que podía.

Me sonrió con picardía.

-Escucha, ayer te estuve buscando un montón, para contarte algo de James... pero no te encontraba. Fui con Sirius, y le pregunté por ti, esto pasó tarde en la noche. El tampoco tenía idea de dónde podías estar. Intenté esperarte, pero a eso de las dos, me quedé dormida...

-Uuu, lo siento, pero... hablemos a las dos ¿Sí? Estoy muy can... ¡MOMENTO! -me incorporé- ¿Qué es lo que me tienes que decir de James?

-No tiene mucha importancia... al menos no más que la que tiene el hecho de que mi mejor amiga haya pasado la noche fuera de la casa.

-Olvídalo, luego hablamos.

- - - - -

Contra todo lo que pueda suponerse, la vida es otra luego de dormir ocho horas y darse una buena ducha.

Estuve un rato en el cuarto hablando con Lily, le conté todo. Ella se puso muy contenta por mí. Y luego me contó que había estado con James un rato largo hablando de todo un poco, y que por primera vez, él había sido serio y bueno con ella. Casi-casi pasa algo, pero por más que Cornamenta se haga el que sabe todo de mujeres... es un lento.

Pero esto no es lo más importante que pasó hoy, es solo una partecita. ¡LUNÁTICO LO SABE TODO! Sí, tal cual. Fue así. Terminé de hablar con Lily, y bajé a la sala común. Creí que iba a estar sola porque hoy es ida a Hogsmeade, pero me equivoqué. Lunático estaba ahí. Y me dijo esto:

-Sarah, por fin apareces, no sé si Lily te habrá dicho algo, pero anoche te estuvimos esperando...

-Ella solo dijo que ella me había estado esperando.

-Y estaba conmigo. A las dos, ella se fue a dormir. Por suerte los chicos se habían ido temprano, sino esto sería un desastre. A las cuatro, aún no habías llegado, y yo me fui a dormir. Tengo una gran sospecha. En realidad, certeza. Me levanté temprano para desayunar... ¿Y qué noticia me enteré en el Gran Comedor? Que no eras la única que no había dormido en su sitio. En la mesa de Slytherin, se rumorea que Snape tampoco apareció. ¿Sabes el escándalo que se armaría si alguien supiera que tú tampoco viniste? Todo el mundo sabría que lo tuyo es más que una amistad... tenemos que hacer algo, pero antes, quiero aprovechar que todos están en el pueblo, para dar un paseo contigo y que me cuentes de una vez toda la historia...

-¿Estás enojado conmigo?

-Sí, bastante. Éramos muy buenos amigos, Sarah, no puedo creer que no me confiaras algo tan importante.

-¡No quería obligarte a mentirles a ellos! ¡Y hubieras tenido que hacerlo si te preguntaban! Pero vamos, te lo contaré todo desde el comienzo. Es muy largo. Llevaré el Diario para guiarme, porque hay cosas que ya ni recuerdo...

Y se lo dije... todo. Pero, no fue tan terrible como imaginé que sería contárselo. ¿Recuerdas la vez que te dije que se lo diría, y jamás lo hice? Era por miedo, ahora no entiendo miedo a qué. ¡Es Lunático! ¡Debí confiar en él!

Durante el relato, no hizo acotaciones, solamente expresó algunas cosas. Como “aja...” “mmm” o lo que venga. Me regañó un poco por mentirle a él... y a todos los demás. Dijo que no diría nada, por “el respeto que le tiene a nuestra amistad”. Pero que tenía que hablar con Sirius, que no era necesario que lo hiciera con Cornamenta, pero que con Canuto tenía que saberlo. Y yo no quiero... ¿Por qué tendría que contar algo tan informal como lo nuestro? Ah... recordé algo más...

-Cuando se trataba de Sirius, te molestaba no ser la novia; pero con Snape, no oigo que te quejes –lanzó.

-Pero lo hago, por dentro, pero lo hago. ¡Ojalá se me diera! Supongo que después de lo de anoche, esto no tardará -le contesté-. Con Canuto era distinto, porque podía quejarme sin problema con todos ustedes que ya conocían la historia, pero lo mío con Severus solo lo saben tú y Lily. Además, él es un mujeriego empedernido. Mientras estaba conmigo le guiñaba un ojo a las chicas que pasaban por su lado.

-Lo hacía jugando para ver si te enojaba...

-Pues sí, me enojaba. Porque me hacía sentir que él sólo estaba jugando conmigo.

No dijo nada.

-¿El no lo contó?

-¿Para qué? Si los de Slytherin lo supieran, lo matarían. Mientras sea informal, será un secreto. No digas nada, por favor.

-Te dije que no lo haré. Odio tener que ocultarles cosas a los chicos, pero, te repito, tienes que hablar con Sirius. El tiene que saberlo por ti. Si no lo hace y lo averigua por otro lado, será terrible para todos.

Tiene razón... tengo que hablar con Canuto, pero no puedo... acabo de romper con él definitivamente... no puedo contarle algo así. Será como patearle la cara y decirle “¡Te deje por Severus! ¡Ja!”.

Fuera de eso, todo fue casi normal. Eso no quita que me pregunte en qué anda Canuto. Desde que nos arreglamos, somos amigos, no ha intentado nada conmigo, por suerte. ¿Se habrá olvidado de mí?

En fin, me voy... te veo luego.

30-11-84
Querido Diario:

¡Tengo una gran noticia! Los alumnos de Séptimo están organizando una reunión en las Tres Escobas, para festejar Navidad. Sólo falta que Dumbledore lo autorice, porque será a la noche. ¿Pero te imaginas? Será como ir a uno de esos bares muggle entre amigos. Más tarde iré a hablar con Dumbledore y ver si lo autorizó o no, e intentar persuadirlo de que lo haga.

Por otro lado, parece que Lily y James se están haciendo amigos. El es un dulce, pero Lily me dijo que cada tanto hice un par de comentarios molestos. ¡Es obvio! Es parte de su naturaleza. Yo le dije a Lily que no se preocupe, que con su influencia se le iba a pasar. Aunque, no estoy muy segura.

Lunático está muy enojado conmigo, él dice que no, pero no me habla más de lo indispensable, así que. Dice que es decepción, pero yo creo que es enojo. Espero que se le pase con el tiempo.

Por otro lado, Canuto está muy raro. Aparece y desaparece constantemente. Sale en secreto. No habla mucho. Yo estoy segura de que sea lo que sea, los chicos están al tanto, y simulan que no para que yo no sea un estorbo en lo que sea que esté pasando.

Con Severus las cosas van muy bien. Es muy dulce conmigo después de lo de la otra noche, pero me sigue molestando el tema de que no quiera que seamos novios, o quizá sí quiere pero todo este tema del que dirán (o le harán) lo tiene desconcertado. Al menos tiene una excusa. Lo mejor que Sirius dijo durante nuestra historia, fue “Que nadie lo sepa, o perderé mi club de fans” ¡Y fue justo luego de nuestro primer beso en Hogsmead! ¡Qué tristeza!

¿Pero vez que mala que soy? ¡Yo no debería comparar! Pero no lo puedo evitar. Constantemente busco en las comparaciones, algún consuelo de cualquier cosa que pueda ser una mejoría desde mi última relación a esta. Pero también encuentro desconciertos al no encontrar muchas. Al menos me siento más valorada de lo que me sentía con Canuto.

En cuanto a Lunático, él no opina del tema, ya te lo dije. Está muy dolido conmigo. Era mi confidente y lo arruiné todo con mentiras y ocultamientos... me odio.

¿Crees que Lunático le haya dicho algo y él esté mal por eso? No, no puede ser, él no lo haría. Ni por odio o despecho...

En fin... ¿Qué hago? ¿Hablo con Lunático? ¿Con James? ¿Con Canuto?

5-12-84
Querido Diario:

Soy la peor, me siento re mal. Estoy temblando, no sabes lo que me pasó...

Estuve un rato largo hablando con Lunático, un rato largo hablando con Cornamenta, un largo rato hablando con Severus, y un rato largo hablando con Peter... ¿Eh? ¡NO, eso nunca sucedió! Con Peter jamás hablo. En fin, con todos hablé de lo mismo “¿Qué le pasa a Sirius conmigo últimamente?”. Los dos primeros, me dijeron que era idea mía. Severus dijo que tenía una sospecha, pero que no podía decírmelo (no le insistí).

Luego estuve un rato en la cima de la torre más alta, sentada en el borde, con las piernas colgando hacia afuera... meditando. Ojalá me hubiera quedado ahí, en lugar de decidirme a hablar con Canuto a toda costa, antes de arrepentirme.

-Chicos -dije entrando a la sala común- ¿Dónde está Sirius?

-Arriba, pero -no lo dejé terminar y comencé a subir la escalera-. Sarah, no. No subas...

Llegué al fondo del pasillo de las habitaciones del cuarto de los varones y toqué la puerta.

-¿Quién es? -pregunto la voz de Sirius.

-Soy yo, Sirius, necesito hablar contigo...

-Ahora no puedo.

-Es urgente.

Se escuchó movimiento adentro, unos pasos, y luego entornó la puerta. Estaba sin remera. Solo con el jean desabrochado, que dejaba ver un calzoncillo bóxer azul oscuro. ¿Yo? ¿Mirar? ¡Pamplinas!

--Se supone que no debes estar aquí...

-Vamos como si fuera la primera vez que subo.

El no quería dejarme pasar, pero de un empujón entré.

-Quiero hablar contigo.

El ambiente estaba tenso. Miré alrededor, y ahí lo vi. Estaba Kat, con la ropa desacomodada, recostada en la cama. Parece que interrumpí un manoseo ¡Qué triste!

Me quedé de hielo (todo lo contrario de Sirius, que al parecer estaba bastante calentito). No se me ocurría qué decir o qué hacer.

-Lo siento, disculpen.

Y salí como un rayo de la habitación. Mientras corría por el pasillo, me repetía:+

-¡Deja de ignorar la corbata colgada del picaporte, deja de ignorar la corbata colgada del picaporte!

Llegué a donde estaban los chicos (Colagusano, Cornamenta, Lily y Lunático), y me senté en el sillón.

-Nena ¿Qué te pasa? ¡Estás temblando! -dijo Lily.

Ella acababa de llegar, y por lo tanto, no entendía nada.

-Una situación un poco incómoda, por desobediente -explicó James.

-¿A qué te refieres? -pregunté enojada.

-A ver, Sarah. Te dijimos que no subieras.

-Tenía que hablar con él, de todo esto. Yo sabía que ustedes sabían lo que pasaba, y que lo estaban cubriendo. ¿Hace cuánto que está con Kat?

-Más o menos desde que ustedes acordaron ser amigos definitivamente...

-Pero no ha pasado mucho tiempo... Bueno, al menos se olvidó de mí.

-No, tampoco -aclaró Remus, con su seriedad habitual desde el pequeño insidente de ocultarle cosas-. Que él esté con ella, no quiere decir que te haya olvidado.

-Y luego dicen que las complicadas son las mujeres.

-Deja ese feminismo barato -intervino Colagusano-, porque tú eres un claro ejemplo de lo complicadas que pueden ser...

-¡Qué simpático eres hasta que abres la boca, Peter!

Pero lo cierto es que estuvo acertadísimo, y eso que el no conoce la historia.

-Pero, también estuviste un poco distraída ¿No? ¿No viste la corbata colgada en el picaporte? ¿Qué te explicamos que eso significa?

-Lo lamento, no me fijé.

-A ver, a ver... -interrumpió Lily-. Déjenme ver si entendí. Sarah, tú subiste al cuarto de los chicos, a pesar de que ellos te decían que no lo hicieras ¿Y entonces encontraste que Sirius estaba ahí con Kat?

-Sumándole que ella estaba en la cama despeinada y todo eso, y él sin remea, y casi en calzoncillos.

-Mmm... ¡Qué feo! ¡Les interrumpiste un manoseo!

Justo se escucharon pasos en la escalera, y Sirius bajaba del brazo de Kat. Se hizo silencio. Ella, sin mirar a nadie, siguió de largo, y salió por el retrato. Sirius, en silencio, se acercó al sillón. Yo miraba el piso, pero sentía su mirada clavada en mí.

-¿Y? ¿Cómo va todo? -preguntó lentamente, para romper el incómodo silencio.

-¡Sarah! ¡Lo olvidamos! ¿Recuerdas? –dijo Lily bruscamente poniéndose de pie.

-¡Uy, cierto! ¡Se nos pasó! ¿Qué hora es?

-Y se nos fue como media hora... no debiste tardarte tanto en el despacho de Dumbledore... si no apuramos, tal vez nos disculpen.

-¡Vamos!

Y estuve tan agradecida con ella, que no me preocupó que fuera tan obvio el esfuerzo por sacarme, de ahí. Pero bueno, ya estoy afuera, en el medio del patio, escribiendo mientras veo como Howie Paterson le coquetea a Lily... la verdad es que no se ven mal. Ya llevan como media hora hablando ahí parados, y yo aproveché para escribirte esto... veré que pasa antes de la noche. Como sabrás, no puedo esquivar a Sirius eternamente.

Aunque... tampoco tengo por qué hacerlo, pasa que me incomoda todo esto. El… con ella otra vez. No sé, no me gusta ni un poco la idea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario