sábado, 5 de diciembre de 2009

Episodio XIV

Nos fuimos al término de la clase, durante la cual James y Lily no dejaban de cruzar miradas. Cuando terminamos con la última clase del día, Encantamientos, Lily y yo fuimos al cuarto.

-¡Vamos, nena, dime que pasó!

-¡Me invitó, no lo puedo creer!

Omitir momento de griterío histérico típicamente femenino.

-¡Que bueno! ¡Estoy muy contenta por los dos!

-Fue muy tierno, yo no lo esperaba… Estaba en los terrenos buscándote, junto con Lupin… acababa de terminar Historia de la Magia. ¿Viste que antes del almuerzo siempre nos dan 20 minutos de recreo? Bueno. Caminábamos por todos lados, porque tú y tu amiguito siempre se van lejísimos cuando andan solos. En un momento, se acercó, me pidió un momento a solas, y Lupin se fue… entonces me dijo: “Me gustaría ir al pueblo en Navidad con la nena más linda de todo Hogwarts… ¿Quieres venir conmigo?”

-¿Cuándo aprendió a hablar como estúpido? -pregunté sorprendida.

-¿A que te refieres? ¡Fue tierno!

-Lo siento. Me pareció un poco… eh… preparado, algo sobreactuado…

-¡Aja! ¿Y cómo llamas a lo que Joda hizo contigo?

-“Sorpresivo” ¿O acaso esperabas algo así?

-No. Bueno, en realidad… todos saben que gusta de ti hace tiempo… -anunció con total tranquilidad.

-¿COMO? ¿Lo sabías y no me dijiste nada?

-Bueno… no me pareció importante. Además, como te gusta Se…

-¡Shh! Tendremos que ponerle un nombre clave. Pero no importa ahora. Dime… ¿Crees que pase algo con James en Navidad? Digo, el seguramente lo intentará…

-¿Cómo voy a besarme con James en Navidad?

-¡No te hagas la tímida conmigo! ¿Intentas hacerme creer que cuando estabas en el Club de Kat no hacías cosas peores?

Se sonrojó.

-No me refería a eso. Es que… sería indebido…

-¡NO! ¿Cómo va a ser indebido? Es lo más normal…

-Sarah… ¿Te pasa algo? ¡Repentinamente estás hablando como Kat!

-¿Por que? ¿Solo porque te estoy diciendo que aproveches para estar con James en Navidad?

-¡¿Cómo voy a estar con James en mi cita con Howie Patterson?!

-¿Wipa? ¡Creí que te había invitado James!

-Ja, ja, ja, ¡Qué chistosa!

-Momento… el sarcasmo es mi marca, no te permito que me copies…

-Déjame decirte que tu amigo no tiene valor suficiente como para arriesgarse a que lo rechace… ni se me acercó…

-Bueno, pero pensaba hacerlo… -le dije.

-¿Y qué? ¿Se supone que debo esperarlo?

-Si te gusta, bien podrías… o si no, buscarte otro para darle celos.

Juro que alguien se apoderó mi alma y habló por mi boca en ese momento...

-Bueno, yo encontré otro sin proponérmelo, y no es para darle celos a tu amigo…

-Pero yo quiero que estés con James…

-¡Ay, nena! ¿Qué no te das cuenta? -dijo como si fuera evidente.

-¿De qué estás hablando?

-La razón por la que tu amigo no se me acercó, fue porque no quería que yo lo rechace y que todos se enteren… ¿El, James Potter, el famoso James Potter, rechazado por una chica? Se le caería el mundo de fanáticas. El parece estar más allá de nosotros… y mientras él no pueda renunciar a sí mismo por alguien, no voy a estar con él…

-No no lo veo así, Lily. Pero no te preocupes por eso. Algún día su arrogancia se le pondrá en contra, y lo verás destruido. ¡Hasta entonces, date el gusto, si él te gusta!

-¡Qué cosas tan espantosas dices! ¡Yo no quiero verlo destruido!
Hubiera preferido no ir al baile antes que ir con Wipa, habría rechazado a Howie Paterson, por James…

-¿Habrías rechazado a Wipa por James, aunque tuvieras la certeza de que él no se anima a invitarte?

-Si James fuera menos fanfarrón… ¿Para qué querría ir al baile si no es con él?

-Te pegó fuerte -me sorprendí.

-¡Mira quién habla! ¡La que se besa con el de nariz ganchuda, y no le importa!

Un golpe bajo que me dolió terriblemente.

-No le digas así… pobrecito…

-¿Ves? Lo defiendes a pesar de que es tan feo…

-¡Lilian! ¡No te metas con mi chico!

-Mmm… y hablando de tu chico… ¿Qué pasa con John Dark?

-Nada, es lindo y agradable.

-¿No te negarás con Joda, aunque estás con Severus? Definitivamente te voy a hacer un exorcismo… Kat se te metió dentro…

Ahora que lo pienso, puede ser.

-¡Es que Joda es lindo! ¡No dan ganas de negarse! Además, yo soy una mujer libre… no lo olvides…

-¡Ahora estás hablando como Sirius en femenino! ¿Cuánta gente se apoderó de tu alma?

-Si me sale barba y miro por arriba de unos lentes de medialuna, empecemos a preocuparnos... pero creo que por el momento sólo Kat y Sirius.

Me puse de pie y fui hacia el espejo que llega hasta el piso. Fue la primera vez que creí que mi imagen podía servirme de algo…

-No sé… pero repentinamente me doy cuenta, de que hay que despertar a Severus…

-Y a Sirius…

-¡No, él está bien despierto! Habría que dormirlo… tal parece que ha estado usando sus noches para otras cosas…

-Ah, veo que ya te enteraste de lo de la Sala Común…

-¿EH? ¿Cuántas cosas más sabes que no me has dicho?

-¡Se me pasó, no creí que fuera importante!

-¿Qué? ¿Se casaron? Comienzo a pensar que no tomas por importante lo mismo que yo.

-No, no se casaron pero… Dijo Nicole que el otro día bajó a la Sala Común a la noche, y que de golpe se acomodaron. Ella no llegó a ver, pero le pareció que estaban haciendo chanchadas. Vestidos, obviamente. Nikky comentó que no vio más que un manoseo juvenil como el que les cortaste tú…

-Y ya tenías que mencionarlo…

-Pero a mí, francamente me parece, que ellos están yendo muy rápido ¿A dónde podría llegar?

-¿Crees que ellos…?

Ella asintió sonrojada. No dijo nada, yo seguí.

-No lo creo, Lily. Tenemos quince años.

-¿Y qué tiene?

-¡Cochina! ¿Cómo vas a preguntar eso?

-¿Tú no lo harías con Severus?

-¡NO! ¡Me daría mucha vergüenza! ¡Ni loca me desnudaría delante de él!

-Sarah, algún día vas a tener que hacerlo. Sea con Severus o con tu futuro marido. ¿O vas a morir virgen porque te da ver…?

-Será distinto entonces. Yo te estoy hablando de ahora. Además ¿Qué es esto? ¿Un colegio o un prostíbulo? ¡Sólo falta que hagan una orgía en el cuarto! ¡O tal vez ya sucedió y se te pasó contarme porque no es importante!

Seguimos hablando un rato y eso es todo por ahora. ¡Adiós!

- - - - -

¡Ahh! Tengo un problema ético bastante complejo, pero común en la juventud de hoy en día. Sí, mi abuela también parece haberse apoderado de mi alma.

Fui testigo de algo que preferiría no haber visto. Eso me pone en un aprieto terrible. Aquí la historia completa:

Me había recostado a descansar, y me desperté. Bajé a buscar a Lily, y en el camino, me pareció ver a Kat de la mano con un chico rubio ¿Cuál es el problema? ¡Sirius no es rubio! Los seguí, y llegamos a un oscuro corredor. Me asomé y los vi acurrucados contra un rincón. El estaba de espaldas a mí, y ella lo rodeaba con sus brazos. Se estaban besando, o eso parecía. No me quise quedar mucho tiempo, así que salí lo más rápido que pude.

A mí que no me vengan con ese cuentito de que es el primo y me confundí ¡Una persona normal no hace esas cosas con un primo! ¿Y qué hago? ¿Le digo a Sirius lo que vi? ¿O lo oculto y dejo que se entere por otro lado?

Es obvio que va a saberlo. Por como vuelan los chistes en este colegio, y teniendo en cuenta que no se molestaban en ocultarlo, en cosa de dos días lo sabrá hasta el más tímido y antisocial Elfo Doméstico de ese castillo.

Pero, por otro lado, Sirius podría saber que yo lo sabía y no se lo dije. Eso estropearía nuestra relación más que la interrupción del manoseo más desenfrenado en el que entre a su cuarto.

Se lo conté a Lily, ella cree que debería decírselo a Sirius. El me creerá a mí. Pero realmente, no creo que sea la mejor opción. Aunque, te puedes imaginar que quedarme callada guardando semejante bomba, tampoco me parece la mejor opción.

Le conté a Remus lo que sucedió y él también cree que debo decírselo, pero considera que es complicado estar seguro de qué es lo mejor.

Se lo conté a Cornamenta, y me dijo que me matará si dejo que su amigo quede como un idiota delante de todo el colgio. Que se lo diga ya.

(Suspiro)

Y eso es lo que voy a hacer mañana mismo.

16-12-84
Querido Diario:

¡Yo debería estar muerta! ¡Sería más útil de lo que soy en vida!

Tuve la maldita idea de ir a la Sala Común, donde estaban Sirius, Kat, James, Remus y Meter. No dije nada y me senté cerca a hacer la tarea. Cornamenta empezó a tirar indirectas, y le lanzaba a Kat miradas fulminantes. Ella no parecía tomárselo nada en serio, o no entenderlo, pero no estaba ni un poco preocupada o incómoda. Y si lo estaba, lo ocultó como una actriz profesional.

En un momento, James se mostró abiertamente en contra de Kat. Sirius la defendió y entonces:

-¡James! ¿Estás bien?

-¡Claro! ¡Estoy tan bien como tu noviecita!

-¿Qué te pasa?

-Pregúntaselo a ella. Kat, es tu oportunidad de confesar…

¿Meterme y apoyar a James? ¿O permanecer al margen?

-Yo no tengo nada que confesar –dijo Kat rotundamente.

-¿No? ¿Segura? ¿Nada acerca de algún rubio en algún corredor?

Ella abrió la boca preocupada, miró a Sirius que estaba confundido, y luego me miró fugazmente. A todo esto, yo había dejado de escribir y miraba la discusión boquiabierta.

-¡No le creas nada, amor! ¡Lo que te diga no es cierto!

-¿Qué dices, James? –preguntó Canuto, que realmente parecía creer más en la palabra de su amigo que se su novia.

-Parece que han visto a tu chica con un rubio, apretaditos contra un corredor…

Kat se llevó una mano a la boca. Miró a Sirius, que la contempló de manera calculadora.

-¿En cierto?

-¡No! ¡Es mentira! ¡Quién te lo haya dicho, Potter, te ha mentido!

-No creo que fuera mentira –defendió James.

-¿No lo viste tú, James?

-Bueno… -él pareció titubear- no exactamente. Pero confío ciegamente en la persona que me lo dijo.

Canuto miró a Lunático como esperando que él levantara la mano acusándose, pero no dijo nada.

-¿Quién te lo dijo?

-No puedo decirtelo.

-¡Dímelo! ¡Tengo que saberlo!

-No importa quien fue. Importa que es verdad y que…

-¿QUIÉN TE LO…?

-¡FUI YO! -estallé.

Se hizo silencio. De golpe Kat sonrió triunfal. Sirius se dirigió a mí, e incluso durante su silencio escuché en mi mente los peores insultos de su parte.

-¡No me extraña! –comenzó Kat- ¡Otra vez en el medio! ¡Otra vez queriendo romper nuestra relación! ¡Sirius! ¡La vez pasada te envenenó y te convenció de que rompieras conmigo y ahora inventa cosas!

Es increíble, pero la muy hipócrita estaba llorando y todo. Sirius seguía mirándome sin decir nada. Parecía que le costaba encontrar las palabras. De pronto, dijo:

-Lo sé, amor. Sarah, necesito saber hasta cuando seguirás metiéndote en la vida de los demás.

-¡Es verdad lo que dije! ¡Yo los vi, Sirius!

-Pruébalo. Dame una prueba de que es cierto.

-Sabes que no puedo.

-¡Porque es mentira, por eso!

-¡Cállate!

-¡No le hables así! ¿Podrías dejar de lado tus celos infantiles, Sarah? ¡Lo nuestro se terminó! ¡Tú misma lo dijiste! ¡Déjame seguir por mi lado!

-¡NO SON CELOS! ¡Pero no me importa! ¡Por mí puedes pasear tus cuernos por Hogwarts hasta que te canses!

Se hizo un silencio terrible y tenso. Luego, Sirius concluyó:

-No quiero que vuelvas a hablarme nunca, Sarah. No tengo por qué tolerar estas cosas. Ya te soporté lo suficiente.

Tomó a Kat de la mano y se fueron.

¡Estoy tan deprimida! La verdad es que por lo que me creyó y por lo que cambió la situación, hubiera preferido que jamás se enterara. Si de todos modos va a caminar por Hogwarts, siendo ante los demás el idiota de los cuernos, y seguir al lado de esa arpía que lo engaña, mejor sería que lo hiciera sin estar tan enojado conmigo.

¡Encima creer que son celos! Realmente ve lo que quiere ver...

Después de que se fueran tuve que escuchar a Cornamenta disculpándose durante una hora por haber hablado. Dice que no pudo contenerse, y lo comprendo. Es difícil tragarse un notición así, más cuando involucra a una persona a la que se quiere. Por eso le dije que no se hiciera problema, que entendía perfectamente.

Voy al baño a lavarme la cara. Estuve llorando un rato y me arden los ojos.

- - - - -

¡Ahora sí, por favor denme la corona, así que soy reconocida como la reina de las idiotas! ¿Será que no puedo ir ni al baño sin que las cosas se pongan peor?

Entré al baño, y ahí estaba Kat riéndose con sus amigas. No fui al baño que está al lado del aula de Transformaciones porque sé que es el preferido de ellas, y mira que me las vengo a encontrar de todos modos.

-Te estaba esperando –me saludó Kat, más contenta de lo que la había visto en días.

-¿No estabas esperando a tu amante rubio?

-Ese amante no existe.

-¡Vamos, Kat! Ese cuentito puedes decírselo a Sirius, pero no a mí. Tú y yo sabemos que ese rubio sí existe.

-Es rubio sí, el amante es quien no existe.

La miré con sarcástica incredulidad. Ella metió una mano en su túnica y sacó una especia de pelota de pelo rubio que lanzó a mis pies.

-¿Qué es eso?

Me horroricé al entender.

-Una peluca –contesté.

Estallaron en risas, Kat las miró sonriente, y luego agregó:

-¡Y no sabes lo bien que le quedaba a Mereditte! ¡Deberías haberla visto de frente!

Lo que me faltaba. Me engañaron vilmente para hacerme quedar como una perra idiota delante de Sirius.

-Debo admitir que me preocupé cuando James comenzó a hablar. Por un momento pensé que me había visto él y que mi plan estaba arruinado. Yo creía estar segura de que eras tú la que estaba en el corredor y la que iría a espiar, pero si había sido Potter, Sirius le creería a él y yo estaba derrotada. Afortunadamente, no fue así.

Todas rieron nuevamente.

-Creí que teníamos una tregua –le dije a Kat, y ahora me siendo una estúpida por haber dicho eso.

-Así hablan las perdedoras, Sarah. En la guerra y en el amor, todo se vale. Tal vez así logre que Sirius se olvide de ti de una vez.

Soy la más idiota de todas las mujeres existentes. Me voy a dormir. No tengo ganas de mortificarme escribiendo más al respecto. No estoy bien.

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