sábado, 5 de diciembre de 2009

Episodio XV

17-12-84

Como si mi estúpida suerte no pudiera ser peor, se canceló la reunión Navideña en Hogmeade. Sé por el director que lo canceló porque muchos padres se quejaban de que es inseguro, y muchos otros que de “sus hijos fueran marginados en Navidad”. Pero en el anuncio que hizo al colegio, dijo que un Baile Navideño es una mejor idea. De modo que en vez de ir a una reunión informal de jóvenes-adultos, en un pueblo divertido, tengo que ir a un estúpido baile de gala en este estúpido colegio, para ser la más estúpidamente ridícula porque no sé elegir ropa.

Mañana hay una visita a Hogsmeade, pero no voy a ir. Es increíble lo que todo esto me tiró abajo. Cuando sucedió yo creí que no iba a causarme más que enojo… pero por alguna razón, ya no tengo ganas de nada, no me quiero levantar, no quiero salir del cuarto, no quiero hablar con nadie… nada, no quiero nada, no tengo fuerzas… creo que nunca me había sentido tan mal…

Una semana para Navidad… un milagro va a lograr que tenga ganas de ir. Creo que voy a cancelar con Joda…

- - - - -

-Nena ¿Vamos a cenar?

-No, Lily, no tengo hambre…

-Sarah… ¡Vamos, no estés mal! ¡Todo se va a solucionar!

-Sí, estoy bien, no te preocupes…

- - - - -

-Sarah ¿Bajas a desayunar?

-No, no tengo ganas…

-Dale, te vas a morir de inanición, hace horas que no comes nada.

-Estoy bien, no te preocupes…

- - - - -

-¿Vamos a dar una vuelta? Es un Sábado genial…

-No, ve tú.

-No voy a ir sola…

-Ve con Remus, siempre damos una vuelta, está acostumbrado a pasear con chicas…

- - - - -

-Luego del almuerzo tenemos una visita a Hogsmaede, es pueblo se pone lindísimo en esta época… guirnaldas de Navidad, Duendes disfrazados de verde y rojo… los techos nevados ¡Va a estar hermoso! ¿Qué te pasa? ¿Segura de que todo esto es por lo de Sirius?

-Sí, bah, no. Bah, ya ni sé…

- - - - -

No tengo ganas de levantarme… no quiero...

¿Y sabes que es lo más extraño? Esto.

-Sarah, hoy terminé de cenar rápido, y cuando salía del Gran Hall… me crucé con Severus. El empezó a hablarme y le dije “Aguarda ¿Qué te pasa?”, y me dijo “No finjas que no sabes nada, porque sé que sí”, “¡Ah bueno! Está bien”, le dije y me dijo “Dile a Sarah, que si quiere, que venga esta noche… ella sabe dónde”. Y se fue… así que supongo que irás con el a esa ventana que tanto te gusta…

-No, no iré, no tengo ganar de levantarme… ¿No puedes ir y decirle que no me siento bien?

-No hace falta, él ya lo sabe, por eso quiere hablar contigo…

-¿Cómo que lo sabe?

-Nena, hace tiempo que no se te ve afuera ¿Qué creíste? ¿Que nadie se iba a dar cuenta? Él no fue e único… Joda también preguntó por ti…

-No me importa.

-Y… Sirius, también preguntó por ti…

-¿En serio?

-Sí…

-Asombroso.

-Exacto.

-¿Qué es lo que vas a hacer?

-No sé…

- - - - -

Pasó algo interesante, después te cuento…

18-12-84
Querido Diario:

Eso lo escribí a la noche cuando llegué a la Sala Común. Sí, bajé porque las chicas querían dormir, y tenían que apagar la luz, yo no tenía sueño. Estuve ahí, junto al fuego, con la mirada perdida un rato, hasta que oí voces, Kat y Sirius bajaban por las escaleras tomados de la mano. Traté de no mirarlos, y me concentré en el fuego. “No los mires, no los mires…”

-Ah, veo que está ocupado.

¿Por qué habla como si la Sala Común fuera un lugar privado?

-Quédense si quieren, yo me voy.

-No, está bien.

Y se fueron, un rato después, Sirius bajó solo.

Se sentó en el sillón de al lado, y se quedó mirándome en silencio. Puso los pies en la mesita, y siguió con su mirada fija en mí. Y así se quedó un rato. Si estaba esperando que yo hable, iba muerto. Pero luego de un rato, cambié de parecer, porque me estaba poniendo nerviosa.

-¿Es que nunca me viste la cara? -dije sin mirarlo.

-No, no, no es eso -contestó, hizo una pausa-. Menudo escándalo armaste.

-¿Te parece? -pregunté perdiendo la paciencia, me levanté del sillón y lo miré enojada-. Solo trataba de evitarte un problema. ¡No estaba celosa, no pretendía meterme en tu vida para dañarte!

-¿Ah, sí? ¿Y con qué fines trataste de “evitarme un problema”?

-No puedo creer que me lo estés preguntando, en serio. ¿Crees que yo podría saber que está por ocurrirte algo malo, y quedarme ahí quieta para ver cómo ocurre?

Di media vuelta, y me fui. Cuando salí de la vista de él, me apoyé en la pared que está en la última parte de la escalera, con lágrimas en los ojos. Fue extraño, como si esperara que él fuera corriendo y me diga “Gracias, nene” como me decía hace tiempo…

Lo curioso es que en aquel entonces, me molestaba que me dijera así, y en estos momentos habría dado cualquier cosa para escucharlo decir eso.

Últimamente, no encuentro consuelo en nada. No sé por qué. Cada vez que se me ocurre algo para hacer o decir, siento que no está bien, o que no tengo ganas.

Es raro. Si pudiera empezar de cero, lo haría. Esto, es malo, pues ¿Qué tan mal puede actuar una persona como para arrepentirse de cada una de las cosas que hizo? Suena espantoso, pero eso es lo que siento en este momento…

Mentiras.

¡La cantidad de mentiras que dije este año es increíble! Me odio, no me siento bien. Y todo esto recae ahora, cuando me doy cuenta de que él se merece algo mejor que yo… pero ¿Quién es él?

Él, es todos… una cosa un poco contradictoria, si se quiere… pero hasta mis amigos tienen cerca a esta persona, que no hizo más que cosas malas desde el comienzo de año. Lunático, merece una confidente mejor; Albus, una alumna preferida decente; Sirius, enamorase de alguien que valga la pena… y así con todos. En el caso de Sirius, es lo mismo que Severus… ambos merecen exactamente lo mismo.

Recientemente, hasta creo que nada de lo que hice valió la pena, ni siquiera que defendiera a Severus de los chicos. Porque, si vamos al caso, yo le hice mucho más del daño que ellos llegaron a hacerle alguna vez. El me quería y yo no lo veía, y lo maltrataba sólo porque los chicos lo hacían y hasta sonaba gracioso.

No lo sé… quisiera volver atrás. Hay tantas cosas que arreglaría…

19 de Diciembre de 1984
Querido Diario Ajeno:

Creo que Sarah va a matarme cuando se entere de lo que estoy haciendo, pero se supone que no hay secretos entre nosotras, y no tiene por qué molestarse. Vale aclarar, que yo no estoy leyendo, solo estoy escribiendo. Para mí, hacer esto en este momento, es lo más cerca que puedo estar de ella.

Además, lo hago porque si de algún modo esto perdura en el tiempo, se deben dar explicaciones de lo que sucedió. ¡No hay nadie más capacitado que yo para hacerlo! Ya que soy la única que tiene algo así como un “permiso” para abrir este libro…

¿Dar explicaciones? Sí, eso mismo. Pasó algo bastante malo, aunque no sabemos con precisión qué es.

Sarah dejó de comer, tú lo sabrás, si es que ella se dió cuenta de que no lo estaba haciendo. A veces veo a Sarah escribiendo tan concentrada, haciendo caras felices o contentas, a veces riendo... da la sensación de que escribe sobre otro mundo, y no estoy segura del grado de noción de la realidad que tiene.

Cayó en una depresión muy fuerte. Suponemos que todo esto se debe a la pelea que tuvo con Sirius, pero no puede ser solo eso. Pero la depresión de ella, va mucho más allá que un estado de bajo ánimo común.

Recuerdo cómo poco a poco comenzó a palidecer. En un principio, de vez en cuando, salía del cuarto y bajaba a la Sala Común, pero después ni eso. Se quedaba todo el día aquí, en el cuarto. Rondando entre las camas, sentada en el alfeizar de la ventada… pero lo que le siguió fue aún peor.

Más tarde, ni siquiera salía de su cama. Pálida como si fuera una muñeca de porcelana, yacía sentada y quieta en su lecho. Triste esta visión. Luego, ya ni abría las cortinas de su cama, no había modo de saber si estaba ahí o no, porque tampoco respondía a ningún llamado…

Una vez me asomé al interior y, simplemente, parecía haber perdido la razón. En un momento de desesperación, le conté a Dumbledore lo que sucedía. Me contestó que solo el tiempo podía decirnos lo que pasaría, que la paciencia es virtud, y que no me preocupe por el momento.

Muy fácil decirlo, él no la veía. Pero le insistí.

-¿Está muy mal?

-No parece ella.

-Tendremos que hacer algo. Tráela a la enfermería, si necesitas ayuda, pídesela a Nicolle -(una compañera de cuarto).

Subí a la torre, y fui hasta nuestro dormitorio. Cuando corrí las cortinas, y vi a Sarah, se me cayó el alma al piso. Su palidez, había superado todo extremo, pero no era lo más impresionante ¡Estaba transparentándose! ¿Cómo? Así… parecía un fantasma, aunque aún tenía color en la ropa y el pelo. Su rostro aun era perceptible mediante los ojos, pero podía ver la cortina del otro lado, a través de su piel.

-Esto no puede estar bien de ningún modo -fue mi “brillante” deducción.

Llevé mi mano a la suya, y no la traspasé. Me sentí más aliviada, al menos no era un fantasma.

Como si ella no tuviera ni peso, si fuerza para resistirse, salió de la cama, apenas tironeé de su mano. Parecía que obedecía a mis pensamientos. Llevarla a la enfermería fue muy fácil.

Madame Pomfrey, la joven enfermera, se quedó con ella, mientras yo buscaba al profesor Dumbledore. Cuando él la vio, pareció preocupado.

-Me temo que no tenemos una solución…

-¿Cómo puede ser? No, profesor Dumbledore, ¡Tiene que haber algo!

-No, o al menos no en nuestras manos. Lo que ella tiene es una enfermedad que rara vez ataca a los magos. Tiene que tratarse de un brujo o bruja débil, o de lo contrario, no sufriría más que lo normal. Lo único bueno que puedo decir al respecto es que una vez que se cure, no la volverá a padecer…

-Bueno, eso es bueno.

-Tiene un estado depresivo muy fuerte, y al no saber qué lo causó, no podemos ayudarla…

-Pero, yo sé qué lo causó. ¡Se peleo con Black y...!

-Si bien es probable, no es suficiente. La pelea con Sirius Back pudo haber inclinado la balanza hacia este lado, pero aún así no fue todo. Sarah no es tan débil como para que eso alcance.

-¿Pero cómo saberlo? ¿Cómo se puede medir la fortaleza de una persona?

-No se puede medir, solo se puede estimar. Estas especulaciones, me temo, tienen mucho margen de error. Esa es la razón por la que yo podría estar equivocado al decir que ella es más fuerte de lo que demuestra, pero no puedo comprobarlo. Prefiero pensar que estoy acertando.

-Pero... si supiéramos la verdad de lo que sucede, tampoco podríamos hacer algo… digo, si se trata de una enfermedad sentimental, ninguna poción podrá curarla.

-Estás en lo cierto, pero las pociones no son el único remedio. A veces las palabras son más fuertes.

-¿Qué les digo a los chicos?

-Lo que te pregunten. Pero que tengan cuidado, no es bueno que esto ande en boca de todo el colegio. Le pediré a Madame Pomfrey que la aparte de esta sección de la enfermería.

Y se fue.

¿Te das cuenta? ¡Ella puede desvanecerse! Por el momento, no está presentado cambios, por lo tanto, no podemos saber si está estancada o simplemente preparándose para “lo peor”.

No sé como hace Sarah para escribir tanto y todo seguido. A mí ya me duele la mano.

,.--.,,.--.,,.--.,

Ya hablé con los chicos, y están muy preocupados. Siempre hay alguno acompañándole en la enfermería, mientras nos sea posible. Hablé con Joda, y le expliqué la situación. Le dije que si quería, buscara otra pareja para el baile, porque Sarah lo comprendería. Djo que no le interesa ir con nadie más, y menos sabiendo que su verdadera pareja está así. Que no irá si no es con ella, y en la plenitud de su salud. ¡Y Sarah se queja porque los hombres no se fija en ella! ¡Los que se fijan son los que valen la pena!

También hablé con Severus, y debo decir que la noticia lo afectó. Fue a verla a la enfermería y se quedó un rato. Se mostró muy interesado en saber todo acerca de su padecimiento. Yo le contesté cuanto pude, pero le dije que quizá lo mejor sería que hablara con Dumbledore. No sé que hará.

Sirius, es otro en la lista de los afectados. No se lo quise decir frente a Kat, porque quería ver su verdadera reacción. Esperé a que Kat fuera a retocarse el maquillaje, y fui con Sirius. Él no había estado presente en el momento en el que había contado todo a los chicos, así que era el único que faltaba enterarse. Toqué la puerta. No sin antes verificar que no hubiera corbatas en el picaporte, para que no me suceda lo que en el grupo se bautizó “La Gran Estupidez de Sarah”.

Cuando Sirius me atendió, estaba sorprendido, habría esperado a cualquier persona antes que a mí.

-¿Sucede algo?

-Sí.

-¿Qué pasa?

-Es Sarah… ¿Puedo pasar?

No le gustó escuchar su nombre. No tenía ganas de hablar de ella, y seguramente pensó que yo trataba de amigarlos. Estoy segura, por cómo me miró, que no esperaba que a ella le hubiera pasado algo malo.

-Sí, adelante.

Le conté todo lo sucedido, desde que ella empezó a dejar de comer. Él me confesó que notada y hasta le dolía su ausencia, pero que nada podía hacer. Cuando llegué a la parte de la enfermedad de Sarah, se vio realmente afectado, le pegó fuerte la noticia. Se siente muy culpable. Y bueno, algo de culpa tiene, pero no me gusta verlo así. En el tiempo que llevo siendo amiga de Sarah, me acerqué mucho a los chicos… llegué a encariñarme con ellos. Los siento como mis amigos, y me da pena realmente verlos mal. No tuve palabra de consuelo para Sirius…

20 de Diciembre de 1984
Querido Diario de Sarah:

El tiempo corre… a cada minuto que pasa es peor.

No reacciona, sigue con la mirada fija en un punto inexistente.

Dumbledore asegura de que sí puede oír, pero no parece.

Pomfrey, dice que jamás cierra los ojos, y no sabemos lo que significa… puede ser que pase las noche en vela, meditando tan encerrada en si misma, que no piense en el día y la noche… o que definitivamente, perdió todo eco de razón, de entendimiento…

Me siento mal… a pesar del poco el tiempo que pasó, la quiero muchísimo…

Sigue teniendo un cuerpo material, aunque frío como el hielo.

Hoy Severus fue a verla, a escondidas de los de Slytherin, según dijo. Él está realmente enamorado, se le ve en la cara. Pero cuando sus ojos se posan el Sarah, parece otra persona. Yo soy la que más tiempo pasa en la enfermería, quiero estar al tanto de todo lo que pasa con ella. Eso también es gracias a los chicos, que me llevan la tarea luego de cada clase, para que no me atrase.

Incluso James, amablemente, me lee sus pergaminos. Verás, la prolijidad no es su fuerte, y no puedo leer entre tantos dibujitos que hace en ellos.

Sirius, por otro lado, está igual. Se siente mal y también viene a visitar a Sarah… es más, también viene a escondidas, ya que Kat lo persigue y lo controla. Sí, ella ya está al tanto de todo y parece haber notado ciertos cambios en su novio. Escuché que en el baño decía algo así como:

-Ni siquiera postrada en una cama, enferma e inconsciente, deja de interferir entre Sirius y yo. ¡Ojalá se fuera lejos! Aunque parece ser, que auque se muriera, su fantasma estaría entre él y yo…

Y claro, eso que tú llamas “fantasma”, querida Kat, es el amor que él siente por ella. Aunque Sarah se fuera al fin del mundo, él la querría y por lo tanto, tú estarías igual.

Sí, ya se que no suena mucho a mí. Ya lo sé. Durante mucho tiempo, Kat fue mi amiga, mi líder, yo estaba en su grupo de “esclavitas”, como Sarah suele llamarlas… pero cuando vi las cosas desde afuera, me di cuenta que no había grupo peor. Y las cosas que hacía… de las cuales no termino de arrepentirme…
Era definitivamente una cualquiera…

Quizá suena un poco increíble, pero yo no era ninguna santa, y más de una vez hice ciertas cosas que… nada, dejémoslo ahí. Sarah dice que siempre pensó que del grupo, yo era la más centrada… SARAH: lamento informarte que estabas bastante equivocada.

Pero más allá de eso, las cosas cambiaron mucho en este tiempo.

Si le quité el Diario temporalmente, no es para hablar de mí, sino de ella… desearía que hubiera algo bueno para contar al respecto.

21 de Diciembre de 1984
Querido Diario de mi amiga:

Mis deseos no solo siguen sin cumplirse, sino que además estoy más lejos de ello.

Sarah empeora. Pomfrey dice que está más transparente aún. Los chicos están muy preocupados, y Dumblemdore no se queda atrás.

No quiero imaginar que su fin está cerca, no quiero ni pensar en eso, pero los hechos no dan otro pie.

Si Sarah no vuelve en sí prontamente, no quedará otra que asimilar la idea de que...

Hoy tenía mucho que hacer, y casi no estuve en la enfermería. No conviene olvidar que este es el año de los MHB, y los profesores no lo hacen. Pese a las condiciones de mi mejor amiga, ninguno de los profesores, tuvo consideración o piedad. Nos aplastan día a día con trabajos estudio y exámenes. Y se me exige estar presente en las clases, por lo que ya no puedo estar tanto tiempo con Sarah como pretendía.

El miedo que me embarga ante la salud de Sarah, me impidió concentrarme, y a pesar de las horas que pasé en la Sala Común frente a mis libros, no avancé gran cosa… pésimo.

Por suerte, apareció James… estuvo ayudándome, y terminé todo justo para la cena. Pero no tenía hambre y no quería bajar, cuando se lo dije, me contestó que en ese caso, se quedaría a hacerme compañía. Fue muy atento de su parte, ¿quién lo hubiera creído? Se quedó ese tiempo conmigo, y trató de levantarme el ánimo. La verdad que no puedo negar que… es muy dulce cuando quiere…

Luego de hablar con él, me sentía mucho mejor… tengo más Fe en Sarah… ella va a recuperarse, tiene que hacerlo…

22 de Diciembre de 1984
Querido Diario:

Sarah empeora con más velocidad. Su cuerpo fantasmagórico se ha reducido a unos rastros de luz. Parece que alguien estuviera usando una linterna, detrás de un vaso vacío, para marcar siluetas brillantes en su cama. Pero si mira más de cerca, se da cuenta de que esas luces, tiene forma humana.

Dumbledore dice que si esas luces llegaran a apagarse, no habrá vuelta atrás… sería el fin que tanto temo… y con solo pensarlo, una angustia grande nace dentro mío… o más bien, crece; ya que está presente desde que Sarah me dijo: “No, no tengo ganas de nada”.

Y tengo miedo. Aquí, en mi lugar, junto a su cama, no puedo dejar de notar que poco a poco, las luces se extinguen… sea lo que sea, sucederá dentro de pocas horas.

Ya es de noche, y tengo que regresar a la Sala Común… pero no quiero dejarla sola.

,.--.,,.--.,,.--.,

Sirius llegó. Estaba destrozado, se le notó en cuanto vio lo que le había ocurrido a Sarah… y la culpa que siente lo tiene deprimido permanentemente… pobre.

Estoy en la Sala Común, y no sé qué estará sucediendo abajo… no sé si Sarah estará bien… no sé si estará...

2 comentarios: