lunes, 12 de septiembre de 2011

Capítulo 24 --- Episodio XVII

24-08-88

Querido Diario:

No puedo quejarme. Bueno, sí puedo, soy buena quejándome en cualquier situación, pero esta vez sería injusto. ¡En la revista corazón de bruja salió un artículo que anuncia que se harán audiciones abiertas para una novela mágica! Eso jamás ocurre, siempre se pasan la noticia entre actores profesionales. Le avisaré a Sirius porque él dijo que quería ampliar su mundo laboral. Es muy probable que quede porque hay muchas chicas que se babean por él en las fotos que hace, y seguro lo tomarían aunque fuera de madera actuando. Igual él es buen actor… ¡si lo sabré yo!

Si es tan bueno para una novela como lo era conmigo en la vida real hace como cuatro años, no veo motivo para que no lo tomen en un protagónico.

Saber esto me trae una sensación extraña. Siento que si hubiera pasado un par de años atrás, habría hecho las audiciones con él. Hoy no puedo. Filosofando en mi tiempo libre, mientras miraba el artículo por enésima vez, me atacó un cuestionamiento:

-¿Por qué no puedo?

Y en parte es cierto... ¿Qué me detiene? Siempre me gustó actuar. En mis más locas fantasías juveniles, he pensado en hacer carrera de actriz. Claro que en mis regresos a la realidad lo consideré absurdo.

Se trata de ese tipo de cosas que uno toma por imposibles aunque no lo son, simplemente porque no ve cómo puede llegar a suceder... pero cuando tiene la oportunidad delante...

Después de meditar un poco, me di cuenta de qué es lo que me detiene: Severus. El jamás querría que yo sea actriz. En la única cosa en la que coincide con mi madre, es que lo compara con la prostitución.

Mamá siempre dijo que las actrices se besan con hombres por dinero. Obviamente ella ve novelas sin argumento que sólo se tratan de eso... yo veo el treatro, el cine y la televisión muy distinto a eso. Obviamente Severus no lo pensaría como un trabajo, lo vería como una deshonra a nuestra relación.

Sé qué estarías pensando si pudieras hacerlo: ¿Yo, Sarah, dejándome llevar por un hombre? ¿Qué no era yo la que decía que no debemos renunciar a nuestros sueños por una relación amorosa? ¿Qué hago ahora renunciando a algo que quiero, y que haría si no estuviera de novia, por... un hombre?

Pero ¡Qué se yo! Era fácil decir eso cuando se trataba de “un hombre”... un hombre anónimo, en definitiva nadie en mi mente. Hoy no se trata de una persona sin rostro, se trata de Severus, y lo que estoy dispuesta a hacer por mantener nuestra relación sin conflictos.

Definitivamente, debo sacar esa audición de mi mente. Me limitaré a decirle a Sirius que existe.

- - - - -

Me acabo de enterar algo horrible: ¡Desapareció el primo de Remus! ¡Es tan horrible! ¡Ellos son como hermanos!

Remus está destruido, pero intenta disimularlo. Cuando nos o dijo su rostro estaba serio y firme, pero su voz denotava preocupación y tristeza. Nos dijo que su primo estaba metido en investigaciones propias acerca de los rumores. No me extrañaría.

El chico es tres años menor que nosotros. Cuando íbamos a Hogwarts se la pasaba en la biblioteca investigando sobre temas que ni siquiera había visto en el colegio… por eso es que no me sorprende que quisiera saber algo sobre este fulano que odia a los sangre sucias.

Se lo comenté a Severus, adivinarás que me miró como si nada y siguió con lo que estaba haciendo. Pasa el tiempo, y nuestra relación sigue congelada. Le hablo, pero rara vez me responde frases. Generalmente asiente o niega con la cabeza, o dice algo como “mhm”.

Esa es otra cosa que me tiene preocupada… no sé que más hacer y se que todo empeora, pero… ¿Además de disculparme qué es lo que él espera que haga?

Aparte no soy la única que pasó la noche afuera. El hace de cuenta que sí, y eso me enfada muchísimo. Para variar, mis “pecados” cuentan y los suyos... ni siquiera se consideran “pecados”.

El otro día, volví del trabajo y estaba la casa cerrada y oscura. No me pareció extraño, porque Lucius dijo que tenía cosas que hacer que se iría antes y por eso salí del trabajo un par de horas más temprano. Supuse que él no había tenido la misma suerte con su jefe y lo esperé en casa. Limpié un poco y preparé la cena. No llegaba… subí, me duche, me puse mi ropa interior más sexy… ¡Qué sé yo! Tal vez tenía suerte…

Y me acosté a dormir. Tuve sueño inquieto, me desperté varias veces a la noche y él no estaba ahí. Me preocupé. En un par de ocasiones bajé a la sala a esperarlo, pero nada.

¡Imagínate os horribles pensamientos que vagaron por mi mente esas horas! Con esto de las desapariciones yo estoy con el corazón en la boca.

Cada vez que él se demora cinco minutos, ya mi cabeza inventó miles de tragedias que pudieran ocurrirle. Vivo con miedo. Podría ser cualquiera el próximo. ¿Cómo se le ocurre hacer eso? ¿Cree que no me importa? ¿Cree que puede ir por la calle sin que le pase nada malo?

Llegó a las cinco y media de la mañana. Entró y yo estaba en el sillón. Me puse de pie y corrí a abrazarlo. Comencé a llorar histéricamente. Hasta el momento estaba tan preocupada que contenía el llanto sin darme cuenta.

Le pregunté si estaba bien. Dónde había estado. Se quedó duro. No me dijo nada. Lo solté y lo miré a los ojos. Temía que… no sé… fuera alguien disfrazado de él, o él bajo un Maleficio.

-Estuve con Lucius. Fuimos a un bar.

Me quedé como si me hubiera dicho: “Fui a las vegas y me casé con una moza de un casino”.

-¿Que? ¿Por qué no me avisaste que no vendrías? ¡Segundos te toma aparecerte para que yo no pase la noche en vela rezando para que regreses sano y salvo!

-No seas hipócrita, Sarah -me corrió a un lado-. ¿Pasas la noche con ese cretino, y luego vienes como si te importara lo que pase conmigo? -rió sarcástico- Limítate a no molestarme.

Sin decir más, subió al cuarto. Yo no. Me hice un balde de té de tilo, y lloré en silencio.

¿Que yo fingía qué? Los pensamientos me herían tanto como los hechos. Luego de analizarlos un rato, subí para hablar con él. Estaba acostado, dándome la espalda. Me acerqué en silencio, y no me dijo nada. Lentamente, bajé un poco la frazada porque lo tapaba hasta las orejas. Últimamente duerme así, me llama la atención porque (a pesar de ser Inglaterra) ha habido mucha sequía, y mucho calor últimamente. Lo destapé cuidadosamente, y cuando llegué a codo se dio vuelta bruscamente y me tomó del brazo.

-¿Qué haces?

-Nada… quería ver si estabas despier…

-¡Dime la verdad!

-¡Me estás lastimando! ¡Suéltame!

-¿Que hacías?

-¡Ya te lo dije!

Me soltó.

-Quería saber si estaban bien, nada más. Si quieres creer que no me importas hazlo, pero no pretendas que sea cierto…

Me miró a los ojos. Sus ojos eran fríos… algo me recorrió la espalda cuando los miré.

-¿Eres tú? -le pregunté con voz débil.

-Claro que soy yo -se dio vuelta, se tapó con más fuerzas, y ahí me quedé… arrodillada en la cama, más preocupada que antes.

La verdad que nunca pensé, por cómo fuimos siempre, que llegaría el momento en que me costaría acercarme a él. Desde que nos enamoramos que las cosas han sido, dentro de todo, bastante fáciles. Al margen, obviamente, de todos los problemas de hacerlo público.

Cuando nos mudamos aquí la convivencia obviamente trajo disgustos, pero los arreglábamos. Hablábamos calmadamente del tema y todo seguía como si nada, pero… siento que él cambió. Que no le interesa hablar conmigo.

No sé que hacer y eso me amarga más. Cuando nos vinimos a vivir juntos todo era perfecto ¿Entiendes? No se en qué momento las cosas dejaron de ser así...

El no puede echarme la culpa por haberme ido a lo de Sirius esa noche, porque si las cosas hubieran estado bien, eso jamás habría ocurrido. El no quería casarse conmigo desde antes, por eso saltó así. Nosotros nos hubiéramos casado antes de no ser por todo lo que pasó, así que… ¿En qué momento decidió no hacerlo? ¿Qué lo hizo cambiar de opinión.

Espero que las cosas mejoren en los próximos días… no sé qué haré sin él y es claro que irme con Sirius queda completamente descartado.

Sé que lo prometí pero no imagino mi vida con él. Así que no puedo contarle cuán infeliz soy hoy con Severus, porque lo primero que hará es recordarme que le prometí que si eso sucedía…

Me estoy haciedno mucho la cabeza. Debe ser una crisis pasajera… no vale la pena decir nada. Olvídalo.

Debe ser una crisis pasajera…

30-08-88

Querido Diario:

Esta es una de aquellas cosas que no creí que contaría jamás en la vida, pero porque desde el vamos descartaba la posibilidad de que llegara a suceder.

La semana pasada lo vi a Sirius. Lo invité a casa porque quería que Severus dejara de pensar cualquier cosa y viera que nos limitamos a tomar té y conversar. El plan falló, claro… sé fue a quién sabe dónde todo el día, y no vio lo normales que somos.

La cuestión es que le comenté acerca del artículo que había visto en la revista y le sugerí que hiciera el intento. Dijo que como no leía la revista no tenía idea de las audiciones…

-¿Y qué vas a hacer? -le pregunté mientras ponía agua caliente en su taza.

El miraba la revista.

-Supongo que voy a presentarme, es una gran oportunidad para ambos…

-¿Ambos?

-¿No vas a presentarte tú también?

-En realidad… -comencé- no era lo que tenía en mente…

-¿Cómo que no? Esta es una gran oportunidad. Aunque no quedaras como protagonista, el salario de los extras en el mundo de la actuación mágica, es mayor a lo que Lucius Malfoy te paga. Así que es una gran oportunidad para que te deshagas de ese acosador.

Tomé la revista y miré los requisitos. Cumplía con todos, él me sonreía.

-Lo pensaré -le dije-. Tengo que consultarlo con Severus.

-¿Por qué? ¿Él maneja tu vida? -preguntó burlón- ¿Te compró?

-Digamos que preferimos tomar las decisiones de a dos.

O al menos así era antes…

-Pero es una gran idea… así podremos terminar de pagar la casa antes.

Aplaudió.

-Mantenme al tanto, pasaré por ti un par de horas antes de la audición.

El resto de las cosas que hablamos fueron de lo más normales. Generalmente sobre sus efímeras relaciones y su necesidad de estabilizarse. Claro que seguir hablando de ese tema implica que me salga con alguna proposición extraña, o que me recuerde que me está esperando, así que trate de no hablar demasiado para no darle pie.

Pero ya sabes como es, cuando se le mete algo en la cabeza… ¡Y yo me metí en su cabeza!

Últimamente me pregunto qué hubiera pasado si jamás me hubiera enamorado de Severus… ¿Estaría ahora con Sirius? ¿Sería feliz con él? ¿Habríamos funcionado? Me cuesta imaginarme enamorada de otra persona. Lo veo como algo imposible y por eso creo que nunca hubiera sido real. No puedo ni recordar qué se sentía no amar a Severus. Es como si hubiera nacido enamorada de él.

Antes de irse me ayudó con la cena. Sí, le hice poner un delantal y el caradura se pudo a hacer poses. Después dijo:

-Nunca un delantal se vio tan masculino como ahora que yo lo llevo puesto -y rió a carcajadas.

No sabes lo hermoso que es el ruido de la risa. Más la de él que es tan pura y sincera. Ríe tan lindo. Hacía mucho que eso no se escuchaba en esta casa.

Todo, últimamente es tan sombrío…

Luego se fue, con la promesa de volver y llevarme de los pelos a la audición, en caso de que desista de ir.

Cuando Severus regreso, su rostro se veía más blando que la noche anterior.

-Buenas noches -saludó con voz baja.

-Buenas noches -…amor- ¿Vas a cenar?

-Sí.

Saqué dos platos, y él fue sacando los cubiertos. Pusimos la mesa en completo silencio. Le serví la comida y se sentó y luego así lo hice yo.

-¿Cómo te fue?

-Bien.

Silencio.

-Estuve pensando en algo que puede servirnos –comencé-. En la revista corazón de bruja salió un anunció de audiciones para…

-Estoy al tanto.

-Y… ¿Qué piensas de que yo audicione? -seguía comienzo y ni siquiera me miraba, luego de un momento dijo- Haz lo que te plazca. Ya sabes lo que pienso acerca de que te andes besuqueando con otra persona por trabajo.

-No es así. Aparte no quiero el protagónico. Solo que ser extra nos ayudará a pagar la casa antes…

-¡Prefiero tardar 20 años en pagar esta casa, a que me humilles de esa manera! -se levantó, llevó su plato prácticamente lleno a la mesada, y subió al cuarto.

Yo me agarraba la cabeza, sentía que me iba a dar un ataque de nervios. Era obvio, por otro lado, que él reaccionaría de esa forma. Es obvio que para alguien tan celoso e inseguro como él, es una infidelidad que yo sea actriz, y lo entiendo… ¡no sé cómo me pondría yo si el tuviera que besar a Bellatrix en público y Sirius me lo recordara a cada rato como de seguro lo haría Lucius en su lugar!

Subí al cuarto y el se estaba acostando, todavía no había apagado las luces. Me recosté a su lado y lo abracé. Él no hizo nada.

-Te amo ¿Sabes? Y no haré esa audición si eso implica perderte. Sé que te molestó que lo viera como una posibilidad, pero… olvídalo ¿Sí? Pero por favor no me ignores.

Me rodeó con sus brazos y me dio un beso en la frente. Sentí en todo mi cuerpo una sensación extraña… como esa que aparece cuando hace mucho frío y hay nieve, entro a casa y siento el calor del hogar. Fue reconfortante…

Creo que no había nada que yo necesitara tanto como un beso en ese momento. Un beso de él. Hacía tanto que no me daba uno... ¡Y ni siquiera hablo de besarnos apasionadamente!… sino, algo tan sencillo como eso.

Nos quedamos abrazados un rato, no sé cuánto. Cuando el cuerpo comenzaba a dolerme, decidí levantarme para cambiarme e ir a dormir, y vi que él estaba dormido.

Fue una suerte que el baño estuviera en el piso de abajo, porque si no lo habría despertado al lavarme los dientes y esto va a sonar muy tonto, pero le temo cuando se despierta. Cada vez que lo hace, muestra una personalidad distinta. Nunca sé que sucederá al día siguiente…

Me acurruqué a su lado con el máximo de los cuidados, pero se ve que estaba cansado, porque ni se inmutó y él siempre tuvo sueño muy liviano. Se despierta con todo. Yo al contrario, no duermo… quedo en coma. Cierro los ojos y el mundo puede caerse que no me entero hasta la mañana siguiente.

Sí, así de opuestos somos. Recuerdo que cuando comenzamos a dormir juntos él se quejaba de que por las noches yo agarraba las frazadas y lo despertaba. Yo le dije que me las tironeara y punto, que yo no me daba cuenta… y de hecho… de las veces que lo hizo jamás me desperté.

Pero al margen de eso, fue lindo volver a dormir pegada a su cuerpo. Cada vez el miedo aumenta, y la distancia con él, que es lo que más amo en el mundo, solo agrava las cosas. Al día siguiente desperté y él se había ido. No volví a verlo hasta la noche.

15-09-88

Querido Diario:

Sé que hace mucho que no escribo, pero es que he estado bastante ocupada. Para empezar, lo de las audiciones había decidido resignarlo. Le expliqué a Sirius que no quería hacerlo, él se dio cuenta de que no era yo sino Severus el que mandaba en la situación, pero no me dijo nada.

Tiempo después, tuve una gran discusión con Severus y me enojé mucho. Dejamos de hablarnos totalmente una semana completa, hasta que un día, su ciclotimia lo hizo llegar a casa con ganas de conversar civilizadamente.

Le conté que durante la semana había decidido ir a la audición. Eso lo puso bastante mal nuevamente, pero le dije que no quería el protagónico y que si me lo daban iba a rechazarlo. El me preguntó si Sirius adicionaría y si él me había metido esa idea en la cabeza. No pude mentirle. Le dije que sí. Eso me trajo una nueva pelea.

Al día siguiente, me llegó una lechuza de Sirius, diciendo que yo necesitaba más ese trabajo que él, así que él no la daría. Que nada que yo hiciera lo convencería de lo contrario y que si decidía no intentarlo, él se enojaría pero que no cambiaría de opinión.

Entonces fui. En menos de 24 horas, me enviaron una carta diciéndome que estaba convocada a las eliminatorias. Yo no lo podía creer, porque en realidad lo hice por complacer a Sirius y no perder su amistad, que tan bien me hace en los tiempos que corren.

Pero cuando llegué allá me encontraba rodeada de actrices de verdad, con años estudiando, había modelos… había de todo. Entonces supe de inmediato que no tenía oportunidad. Me sentí muy alegre cuando me convocaron, pero… ¿Qué haría con Severus si ganaba?

Cuando fui a la primera audición no había pensado en él porque estaba segura de que no quedaría, pero en esa ocasión era distinto porque sí existía la posibilidad de que ganara. Entonces… ¿Qué hacer?

Decidí que lo mejor era no empeorar las cosas, ya que existía la posibilidad de que perdiera, entonces no valía la pena pelearme con él si todo podía quedar en el pasado y ya.

Fui a la final y quedé en el protagónico. Ese sí que es un problema. Para empezar no podía renunciar a mi empleo hasta que se lo dijera porque entonces todo sería como… raro. El problema era cómo decírselo. Y otra cosa… ¿Qué era mejor? ¿Renunciar al protagónico o pelearme con él? Es decir. Puedo vivir sin ser actriz, pero no sin él. Entonces la respuesta parece clara… pero hay otra pregunta: ¿Hasta cuándo viviré con él? Yo podría renunciar a esto que conseguí sin que él lo supiera, pero terminar con él por otro motivo…

Si nos vieras… parecemos dos extraños rentando una habitación. Ya casi no hay palabras, no hay caricias, no hay besos…

¿A dónde se fue todo aquello que teníamos? Sigue amándome. Hay veces que nos miramos en silencio, y siento que sí. Que él mismo trata de fingir que no, porque está mal. Es obvio que está mal. Ya no es el mismo. Y le cuesta tanto como a mí.

Pero hay veces que su dureza me hace plantearme si de verdad hay un motivo para seguir con esto… pero es que no quiero terminar. Por algo él no se fue de casa. Por algo yo no me fui.

Siento que ambos estamos esperando que todo se solucione, entonces, en ese caso, debería dejar el protagónico. Pero si todo esto es una alucinación mía causada por mi necesidad de que me ame, entonces perderé esta oportunidad en vano.

26-09-88

Querido Diario:

Seguramente te preguntarás qué fue lo que hice y vas a matarme cuando te enteres… ah, cierto, eres un libro y no puedes matarme. En ese caso te cuento más tranquila.

Acepté el protagónico. Pensé que si él está tan ocupado como para hablarme, va a estar tan ocupado como para ponerse a mirar novelas. No tiene por qué enterarse.

Hasta ahí yo estaba bastante serena y segura con lo que estaba haciendo. Obviamente no 100% calmada, porque el miedo siempre está. Pero todo se puso de la patada cuando fui al primer día de grabación.

El tipo que nos dirige es un inútil, pero eso es lo de menos. Estaba tomando un vaso de agua mientras repasaba el libreto con los chicos de allí, cuando apareció el director, completamente alterado de que el protagonista masculino no llegara. Y la alterada fui yo cuando vi aparecer a Sirius.

-¡Viniste a apoyarme! -le dije como la más estúpida del mundo, y todos se rieron.

-¿El? ¿El modelo masculino del momento? ¡Vino a trabajar!

-¡Todo lo modelo que quieras, pero es mi amigo desde antes!

-¿Son amigos? ¡Maravilloso! Así la química se verá mejor. Les será más fácil fingir que se aman, y más en las escenas de sexo... ¡TODOS A SUS LUGARES!

Grito el tipo y como no era mi toma me quedé a un lado. Aproveché que a él tampoco le tocaba y le dije:

-¿No era que no audicionarías?

-No lo hice, me llamaron para ofrecerme el papel… y acepté. ¿Te molesta?

-Bueno, sí. Yo no hubiera hecho la audición si sabía que cabía la posibilidad de que ambos quedemos como pareja principal... ¡Esto es un atentado a mi relación con Severus!

-¡Las inseguridades de tu novio no van a arreglarse porque el protagonista sea otro hombre!

-¡No, pero que seas tú es peor!

-¡Tú Sabrina!

-¡Sarah!

-¡Como sea, ven!

¿Y ves cual es el problema? Ambos tenemos el protagónico. No sé que va a pasar, ahora si Severus se entera, sí que estoy en problemas y el contrato ya está firmado. Solo me queda rogar que él no vuelva a salir de la casa... ni escuchar radio, ni nada semejante... lo cual es poco probable.

Antes se trataba de una producción pequeña, pero con el modelo del momento dentro, saldremos en todas las revistas, diarios, etc.

Queda más que claro que la culpa es mía, pero me preocupa la repercusión que vaya a tener en mi relación con Severus. Bueno… si se o puede llamar relación…

01-10-88

Querido Diario:

Severus aun no sabe nada, por el momento. Pero después de lo que pasó hoy, no creo que tarde en enterarse.

Estaba en el set de grabación, cuando entró una reportera nueva de la Revista Corazón de Bruja. Su nombre, según me pareció escuchar, es Rita Skeeter. Cuando la vi entrar seguida de un fotógrafo, hice lo que hago siempre… me escondí. Pero no tardó en pedir unos minutos con la protagonista, y Billy me tomó del brazo y me puso delante de ella.

Te imaginarás como sigue la cosa. Sirius muy contento, pasándome el brazo por el hombro, diciendo que somos amigos desde hace años y que nuestra química para trabajar es sumamente especial…. Y bla bla bla. Lo cual es cierto. Es muy divertido trabajar con él… siempre terminamos riendo cuando Billy dice “corte”. Pasa que en esa parte de la trama nos odiamos, así que nos tratamos mal toda la toma y es raro. Entonces cada vez que dicen corte, o que uno de los dos se equivoca y hay que repetir la toma, nos reímos a más no poder.

El esta acostumbrado a estar delante de las cámaras y me da consejos, pero no es lo que va a interpretar el que lea esas palabras… aparte yo sé como son los reporteros y dudo mucho que ella haya escrito eso.

Yo sé que Severus no irá a un kiosco a decir “debe una revista corazón de bruja, por favor”, pero alguien que me reconozca puede mostrársela, así que el lío en el que estoy es una bomba de tiempo…

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